EEUU derrota a Venezuela por la vía del sufrimiento

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Decíamos, escribíamos ayer... que España estaba en condiciones de confirmar su alternativa... deportiva y olé en Pekín'08. Así está aconteciendo ya desde el principio de unos Juegos Olímpicos en los que, de seguir así las cosas, las palabras históricos e históricas -para utilizar el lenguaje de forma políticamente correcta- van a ser denominador común tanto de titulares periodísticos como de las conversaciones de la gente. Porque, transcurridas las dos primeras jornadas, se confirma que sí, que estos Juegos van a ser la confirmación.

Por primera vez en la historia ganamos una medalla de oro en la jornada inaugura, la de Samuel Sánchez en ciclismo; por primera vez en la historia concluimos esa jornada en los altísimos puestos del escalafón de medallas, terceros; por primera vez en la historia, sumamos otra presea en el segundo día competitivo, la de esgrima con José Luis Abajo 'Pirri', que a su vez era también histórica, pues jamás esta especialidad, la única de origen español, se había colgado un bronce ni una plata ni un oro; por primera vez en la historia aguantamos muy arriba en ese glorioso escalafón general. Y así podíamos continuar.

Todo ello, además, sin olvidar el fácil triunfo de los baloncestistas ante Grecia, el también previsto del jovencísimo y esperanzador equipo de waterpolo ante Canadá, la magnífica actuación de lajudoca Ana Carrascosa que rozó la medalla de bronce, el récord nacional en natación de la igualmente jovencísima y esperanzadora Mireia Belmonte y la buena marcha general de la vela en sus diversas categorías. Tampoco hay que olvidar la cruz del balonmano y su derrota ante la actualcampeona olímpica Croacia, que entraba dentro de lo previsible, pero que no anula nuestras opciones de pelear por los puestos de honor.

De modo que el balabce general es magníico y superior a todos los de anteriores Juegos: dos días, dos medallas. Dos días, y muchas buenas noticias. Dos días, y mucha historia. Sólo resta para concluir este comentario resumen que haremos ya cada jornada a la finalización de la misma un añadido: a seguir así, ¡a por ellos!