A través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, España salió en defensa del "gobierno constitucional de Bolivia" e hizo un llamamiento "para que las instituciones democráticas del país sean respetadas".
Asimismo, se congratuló "por el acuerdo alcanzado entre el Gobierno boliviano y los Prefectos de los Departamentos de la Media Luna, sobre las bases del diálogo que deberán iniciar ambas partes".
El Gobierno de Zapatero confió en que dicho diálogo "se lleve a cabo de una manera constructiva por ambas partes y pueda desembocar en un gran acuerdo nacional".
En este sentido, Exteriores se ofreció al Ejecutivo de Evo Morales "para colaborar, si el Gobierno y los Prefectos lo juzgan útil, en el buen resultado final del diálogo que está a punto de emprenderse en Cochabamba".