Cristina y Scioli se la agarraron con Macri

"Quiero hacer un planteo en cuanto a la ausencia de la ciudad de Buenos Aires. Van a tener que estar, hay responsabilidad social e institucional que cumplir y eso es PRO también", dijo la primera mandataria al encabezar este mediodía un acto en el Teatro Roma.

 Según la Presidenta, "hay un compromiso presupuestario por parte de la ciudad de Buenos Aires de mil millones de pesos a cumplimentar entre 2008 y 2012", que fue firmado en septiembre del año pasado por las anteriores autoridades del gobierno porteño.

 "Además de esta responsabilidad institucional, que estoy absolutamente convencida que será cumplida, está la responsabilidad social", dijo Cristina, y agregó que "los desagües vienen de la Capital, que es la jurisdicción con mayor ingreso per capita de la Argentina".

En ese sentido, se refirió a la "responsabilidad social de aquellos que evacuan efluentes hacia el sur de la provincia, o depositan la basura, la responsabilidad social de hacerse cargo no sólo de los problemas sino de lo que producen".     "Más allá de esta ausencia de hoy, van a cumplir con esa responsabilidad institucional y social que implica hacerse cargo de sus desechos y compromisos con el resto de los ciudadanos argentinos", expresó la Presidenta.

Participaron también del acto el jefe de Gabinete, Sergio Massa; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el gobernador bonaerense Daniel Scioli; y el intendente de Avellaneda, Baldomero 'Cacho' Alvarez.

También estaban la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti; la titular del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont; el secretario de Obras Públicas, José López; el titular de Aysa, Carlos Ben; y el de la ANSES, Amado Boudou, entre otros funcionarios.

Durante el acto, los funcionarios firmaron un acta de compromiso para la realización de un plan de obras en el período 2008-2012.

En el mismo sentido que el discurso presidencial, Scioli y Alvarez también lamentaron la ausencia de funcionarios del gobierno porteño en el Teatro Roma. 

El gobernador Daniel Scioli marcó además el hecho de que el gobierno porteño siempre le "echa la culpa" a la provincia por la atención de bonaerenses en hospitales de la ciudad y por el congestionamiento de tránsito, y subrayó que "gobernar es hacerse cargo de los problemas".

Alvarez también lamentó que no hubiera funcionarios de Macri en el acto, pese a que "estas obras van a beneficiar a la gran mayoría de los vecinos de Capital Federal".

La primera mandataria aprovechó también su discurso en Avellaneda para adelantar las cifras de superávit fiscal de agosto último, de las que había sido informada minutos antes en Olivos por el ministro de Economía, Carlos Fernández, y el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa.

Al respecto, informó que el superávit fiscal de agosto es de 3.703 millones de pesos, un 36 por ciento superior al mismo mes del año pasado, y que lo acumulado hasta ese mes representa 28 mil millones de pesos, un 43 por ciento más alto que hasta el mismo período del año pasado.

Para Cristina, estas cifras "permiten dar sustantabilidad al modelo macroeconómico" y además "seguir desarrollando este modelo que tan cuestionado ha sido por quienes no fueron capaces de prever en sus propias instituciones y países, una crisis como las que estamos viendo".

En ese sentido, la jefa de Estado dijo que la crisis financiera internacional "no nos alegra; al contrario, no queremos que nadie tenga problemas" y admitió que "si en los grandes centros hay problemas, siempre llegan" a los países periféricos.

No obstante, remarcó que "la solidez de nuestras cuentas, este modelo de acumulación real, nos permite hoy estar un poco más tranquilos de lo que lo hubiéramos estado si esto hubiera sucedido unos años antes".

En otro tramo del discurso, al referirse a las obras en Avellaneda, dijo que "es hora de que empecemos a mirar el sur, porque somos del sur y yo, en particular, soy ciudadana del sur doblemente, por el país y por la Patagonia".

La Presidenta destacó la recuperación de Aysa, que se produjo durante la gestión de Néstor Kirchner, y aseveró que "en un país como el nuestro, en una región como la que cubría la antigua Obras Sanitarias, la privatización del agua constituyó un retraso, porque el escenario social de esa zona la hacía inviable".

"El escenario social de esa privatización la hacía inviable, los que más necesitan agua potable son los que menos pueden pagarla, y al no haber rentabilidad empresaria tiene que estar el estado con un rol indelegable e insustituible en un elemento tan vital", sostuvo.