La palabra da grima porque es el peor delito de un ser humano contra la humanidad. Yo no he escrito la palabra hasta hoy porque señala tal atrocidad que no he querido usarla en vano. Eso no quiere decir que no haya otras maneras de explicarlo: no necesito un sustantivo para decir con claridad que lo que está haciendo Netanyahu en Gaza es tan cruel como inadmisible. Y esto es algo que salta a los ojos de cualquier observador, pero por algún motivo, la otra mitad de la Panda de Inútiles, la del PP, se niega a pronunciar la palabra y tampoco es capaz de condenar los ataques de Israel, alejadísimos del concepto “Respuesta Proporcional”. Por supuesto, que tanto el PSOE como el PP intenten sacar rédito político de la barbaridad es obsceno, pornográfico.
El 16/09, una comisión de investigación de la ONU ha concluido que Israel ha cometido 4 de los 5 crímenes definidos como genocidio. Al PP debería habérsele acabado el argumento, pero van y sacan a una pánfila cuyo nombre ni recuerdo que dice que es sólo la opinión “ de tres personas”, así que vuelta la burra al trigal.
No me gusta Pedro Sánchez, creo que es un sinvergüenza y mentiroso sin honor ni principios, pero nunca he negado que es más listo que el hambre y en el PP de Feijoo lo más listo que han visto en décadas es Miguel Tellado. ¿Colaboraría yo a que un grupo cooptado de mediocres que ni habla inglés llegue al gobierno del país? No estoy por la labor.
Sánchez consigue diluir sus problemas y su corrupción polarizando siempre los debates. Suele elegir fruslerías, y le funcionan, cosas como ponerse a llorar, escribir cartas de adolescente u ofenderse porque alguien ha dicho fosa. Esta vez, con ese instinto depredador que da la falta de escrúpulos, nos lleva toreando con el sufrimiento real de los gazatíes desde hace unos diez días en que a él le viene procesalmente bien. Y todos picamos y sólo hablamos de la cosa. Por supuesto, nadie profundiza, todo se limita a un Free Palestine, tan infantil como que no es Genocidio si no lo dice el TPI.
Lo cierto es que desde hace 6.000 años se llevan dando de hostias en Medio Oriente: la primera guerra documentada de la historia que nos consta es la guerra de Lagash y Umma, que duró más de cien años y, desde entonces hasta hoy, no ha habido paz en la zona. Deberíamos pensar en ello detenidamente.
Y así, mientras la idiocia pública consigue hacer mella en la gente, los ánimos se acaloran y cada vez son más los que creen que lo que les define es a quien piensan votar. La extraordinaria falacia diluye la realidad: la mayoría de cuestiones que los políticos de cualquier signo defienden o atacan no son de derechas ni de izquierdas, son neutras, pero con su palabrería consiguen que sean cuestiones ideológicas con las que nos separan y acrecientan la polarización; cosas como la regulación del desperdicio alimentario, el seguro en la circulación de vehículos o la eficiencia de la Justicia que se convierten en Incremento del presupuesto a ONG’s afines al gobierno, El seguro esconde un incremento de la presión fiscal y Cómo va a hablar de eficiencia en la Justicia quien tiene a su Fiscal General imputado. Blablablá. Y no es de izquierdas ni de derechas decir que Netanyahu está exterminando a los gazatíes.
La semana pasada, drones rusos violaron el espacio aéreo polaco. La Alemana DW tituló “Polonia y OTAN envían aviones por ataques rusos en la frontera polaca”. El Confidencial “Polonia derriba un dron que sobrevolaba varios edificios gubernamentales en Varsovia” y la Sexta “Polonia reconoce que la entrada de un dron ruso en su espacio aéreo fue una falsa alarma”. El alemán da el titular objetivo, el Confidencial se inventa los edificios gubernamentales y la Sexta se inventa todo el titular de cabo a rabo (salvo webs de dudosísima autoría, ningún medio serio ni agencia de noticias recoge nada sobre la falsa alarma). Es la retroalimentación de medios y partidos políticos, un mal engendro que ha parido un monstruo en el que los defensores de la verdad mienten al unísono con los políticos, según las ideologías y la gabela, con el único objetivo de dividir a la ciudadanía.
Lo cierto es que mientras discutimos si foso es ofensivo para la sensibilidad virginal de Sánchez, Putin ya ha enviado más drones, esta vez a Rumanía (la Sexta titulará “Rumanía no existe” y La Razón “Rumanía bajo ataque aéreo ruso”) y pienso qué puede querer Putin de nosotros. Tal vez comprobar cuán sólidas son las relaciones dentro de la OTAN entre EEUU y Europa. Y ya hemos visto que el cobarde de la Casa Blanca ha vuelto a salir por peteneras, eso sí, al mejor estilo cowboy. Mientras, sigamos discutiendo si son galgos o podencos.