Pedro Víctor de Bernarda explicó a los medios de comunicación que la juez ha imputado a los dos policías un delito de homicidio imprudente y añadió que los agentes han quedado en libertad sin que la juez haya adoptado medidas cautelares.
De este modo, tras la salida del juzgado, en el que permanecieron más de cinco horas declarando los dos policías, De Bernarda manifestó su disconformidad "tanto con la imputación como que no se haya adoptado ninguna medida cautelar".
De Bernarda indicó que los dos agentes admitieron que pusieron una cinta adhesiva al inmigrante pero insistieron en que "no le ocluía la boca, ya que no le taparon los orificios de la nariz y podía respirar, para impedir que él mismo se mordiera la lengua y para evitar que agrediera a un tercero".
Esta declaración, según señaló el letrado, se contradice con el informe de la autopsia que dice que murió "de forma violenta, por asfixia, sofocación y falta de oxígeno".
Asimismo, De Bernarda adelantó a los medios de comunicación que pedirá que la tripulación que se encontraba en el avión en el momento de los hechos, --una azafata y dos sobrecargos-- declaren en el juzgado de Elche, ante él y el fiscal, ya que hasta ahora solamente lo han hecho en Madrid, por exhorto y sin su presencia ni la del representante del ministerio público.
Preguntado por la declaración de los dos policías en calidad de imputados y no de testigos, señaló que fue decisión de la Audiencia provincial, quien, a mediados de julio y a petición del ministerio fiscal, resolvió que los dos agentes declararan en el juzgado de Elche como imputados y no en el de Madrid como testigos como en un principio estaba previsto.
El abogado estimó que la fase de instrucción de este proceso va a ser larga. En este sentido, añadió que ya ha informado a los familiares de que éste es "un procedimiento largo, duro en el que va a haber que pelear mucho".