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La educación, motor de desarrollo

La educación, motor de desarrollo

martes 18 de diciembre de 2007, 15:26h
Esta experiencia comienza en una ciudad de la Amazonía peruana llamada Iquitos, ciudad que nace como isla rodeada por los inmensos ríos de la selva amazónica. Trabajando desde una ONG llamada Inagruv que se dedica a luchar contra la violencia de género de la mujer Indígena descubrí la realidad muchos de los niños y niñas que crecen por estas tierras.
    Resulta sorprendente percatarse de que tantos niños y niñas son los que sufren malos tratos en su infancia, menores que no sobrepasan los 15 años, que apenas llegan a los 5, niños y niñas que crecen en un ambiente donde la violencia es aprendida. Pertenecen a parte de la población que habita en zonas marginadas, asentamientos humanos o pueblos jóvenes, barriadas de casas que no tienen luz, agua ni una buena accesibilidad, con severos problemas sociales y escasos recursos culturales. Lugares donde la familia convive hacinada, donde no hay intimidad y los niños duermen con los tíos, hermanos o abuelos, situación que hace que aumenten las probabilidades de que un niño o niña sufra un abuso, porque los que normalmente violan la inocencia de un menor no son personas desconocidas, ni extraños como siempre nos hicieron creer, son personas cercanas a ese niño, son miembros de la propia familia, lo que hace mas difícil aún que los menores denuncien estos casos, ya sea por sentimiento de culpa, miedo o chantaje.

    Los roles que se asumen en la familia por parte de los padres y las madres son muy dispares, tanto en la educación de sus hijos como en sus relaciones de pareja. El papel de la mujer es de cuidadora, generalmente realiza trabajos como la venta de alimentos en su casa, tareas domésticas y cuidado de las hijas, a parte de todo esto, en su relación de pareja suele asumir una posición de sumisión y obediencia que hace que su autoestima y seguridad disminuya, se pierde así toda la autonomía, por lo que ellas y los niños son los mas vulnerables. Todo esto, consecuencia del rol que desempeña el hombre y padre de familia. Por lo observado, (tanto éste, como el resto de la familia muchas veces) creen que la única función del varón es trabajar y conseguir dinero para mantener a los suyos, no tienen conciencia de que la educación de sus hijos es tarea tanto de la mujer como del hombre y por lo tanto no se implican mucho en ello. Además existe un fuerte menosprecio hacia el género femenino y mucha falta en la pareja comunicación y comprensión.

    Se percibe que en las familias esta muy normalizado el empleo del castigo físico en la corrección o castigo de conductas inadecuadas, falta información a los padres y madres sobre alternativas en la forma de corregir el comportamiento de los niños. Muchas veces cuando se dirigen padres o madres a sus hijos lo hacen en tonos de voz agresivos para ellos. Pero esto no solo se da en las casas ya que cuando vuelven a las escuelas se continúan repitiendo los mismos patrones de conducta, los docentes también necesitan aprender a solucionar conflictos, mediar entre las niñ@s…., si no, el niño finalmente aprende a actuar así, como siempre ha visto hacer.

    Es necesario empezar ya a educar a estos menores que serán el futuro de la sociedad, en valores de pluralismo, tolerancia e igualdad, enseñando y practicando entre todos, comportamientos no sexistas, desde el respeto y la afectividad, dada la gran influencia que tiene la infancia vivida en el futuro familiar y profesional de estos jóvenes. Por todo esto, lo que Inagruv esta realizando es una gran labor y un duro trabajo. Difícil por lo complicado que resulta cambiar algunos comportamientos y pensamientos, quizá demasiado arraigados en la ciudadanía peruana y consecuencia del machismo en su mayoría. También, por la escasez de recursos económicos y materiales disponibles  para llevar a cabo una efectiva sensibilización y capacitación de todos cuidadores de estas niñas y niños. Tienen una buena iniciativa y un gran compromiso con la sociedad. Además, cuentan con un factor que es muy importante, la gran Red de apoyo vecinal, familiar y comunitaria que existe entre ellos.

























Crónica publicada el martes 18 de diciembre
Alicia López
22 años
Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha
(Cuenca)
Destino: Ikitos - Perú
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