CiU y PP ya no se esquivan

  CiU ha perdido algún poder en este envite municipal, pero quizás haya ganado algo importante: capacidad de pacto. Se nota que las conversaciones PP-CiU comienzan a fluir. La coalición nacionalista ha cambiado su línea que consistía en plantear retos de todo o nada, básicamente contra el tripartito. Pero también, y eso es algo que se valora positivamente en la calle Génova de Madrid, ha roto con la política de ignorar al PP, conocida por la polémica firma del documento notarial que negaba la posibilidad de acuerdos con los populares.

  CiU ha pactado con todos y ha recibido también apoyo de casi todos, lo que confirma el auge de la línea ‘variable’ de la coalición nacionalista. Un ejemplo es la entrada de los nacionalistas moderados en el tercer ayuntamiento catalán, Badalona (210.000 habitantes) en un tripartito curioso: con PSC, que mantiene la alcaldía y con ERC, dejando a ICV en la oposición junto al PP, que protagonizó en Badalona el polémico vídeo que vinculaba inmigración y delincuencia.

  CiU ha obtenido su gran victoria por mayoría absoluta en Sant Cugat, que supera los 60.000 habitantes y, a pesar de ello ha dado entrada en el equipo de gobierno a los republicanos. Es la cal.

  La de arena es que aunque el PP ha seguido en Cataluña en su tónica de no realizar pactos significativos en las grandes ciudades, la ‘doctrina Piqué’ parece irse imponiendo: la flexibilidad es grande en las pequeñas y medianas, como en Viella, gracias al apoyo de CiU.