Desde 1976 la conmemoración del 20-N, fecha emblemática en la que murieron en distintas años y circunstancias el general Franco y uno de los creadores de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, ha traído de cabeza a los distintos gobiernos de la democracia. Pero en los últimos años parecía que el vendaval ultra había remitido y se había situado en una cuestión casi anecdótica, que pasaba prácticamente desparcibida y que se limitaba a una especie de acto casi folklórico en el Valle de los Caídos. Sin embargo, en esta ocasión, el asesinato de un joven antisistema por un supuesto ultraderechista en el metro de Madrid cuando asistía a un acto para romper una manifestación contra la inmigración puede haber sacado las cosas de quicio.
Es tal el riesgo que existe este fin de semana, que ningún agente antidisturbios -de las famosas Unidades de Intervención Policial, UIP- gozará de permiso y todos deberán estar disponibles para incorporarse a su unidad en menos de una hora. En total, unos 600 hombres estarán preparados por si hay que tomar medidas contra posibles altercados protagonizados por extremistas de uno o de otros signo.
El fuerte despliegue policial que rodeará a los actos ultraderechistas del fin de semana tiene por misión impedir posibles enfrentamientos con otros grupos adversarios que acudiesen a los mismos: de extrema derecha para 'romper' a los antifascistas o bien al contrario. Pero la preocupación se centra más en el control de las manifestaciones donde acudan sharp, punks y otros integrantes del movimiento antisistema y antifascista, ya que en otras ocasiones han protagonizado altercados, con ataques a establecimientos y destrozos en el mobiliario urbano de 'puntos calientes' como el barrio de Malasaña, en el centro de Madrid.
Actos autorizados
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Fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid han informado de que se ha negado la autorización presentada para el sábado, 17 de noviembre, por Alianza Nacional, entre Gran Vía y la Puerta del Sol, debido al peligro detectado tras los hechos acontecidos el pasado fin de semana donde resultó muerto un joven de 16 años en Legazpi.
Asimismo, se ha prohibido la marcha solicitada para el 24 de noviembre por la Coordinadora Antifascista de Madrid, prevista a las 19.00 horas entre Cibeles, la calle Alcalá y la Puerta del Sol. Ahora bien, la organización ha recurrido esta prohibición ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Sin embargo, siguen adelante varios actos 'conflictivos' de uno u otro signo, como la concentración convocada por Madrid Antifascista para el sábado, 17 de noviembre, a las 16.30 horas; el organizado por la Confederación Nacional de Combatientes y apoyado por La Falange y Fuerza Nueva Editorial el domingo 18 a las 12.00 horas, y el organizado por Falange Española de las Jons que tendrá lugar el domingo 18 en el Valle de los Caídos.
También en Madrid, se espera el domingo, 18 de noviembre, a David Duke, un supuesto miembro del KU KUS KLAN y uno de los máximos supremacistas blancos de Estados Unidos, que, de la mano de Democracia Nacional, ofrecerá una conferencia en un céntrico hotel de la capital española. Organizaciones antifascistas se están preparando para 'romper' este acto.
Por su parte, el Frente Nacional ha anunciado en su página web que: "Ante la información publicada en los medios de comunicación sobre manifestaciones y marchas convocadas en relación con el 20 de noviembre, la ejecutiva del Frente Nacional quiere informar que no realiza ningún acto político en estas fechas".
Ante este panorama, Izquierda Unida ha presentado este viernes una batería de iniciativas parlamentarias en las que pide planes concretos contra la xenofobia y el fascismo. Además, desde IU afirman que ahora, cuando está a punto de aprobarse la Ley de Memoria Histórica, sería buen momento para que el Gobierno terminara con celebraciones en las que se ensalza la dictadura de Franco.
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