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Ausencia del Poder Judicial en la presentación del libro de Elisa Beni

La soledad de la mujer del 'juez juzgador'

La soledad de la mujer del 'juez juzgador'

lunes 26 de noviembre de 2007, 21:46h
Sólo dos magistrados del Tribunal Supremo y el presidente del TSJ de Madrid, Javier Casas, han asistido, por toda representación del poder judicial, a la presentación del libro “La soledad del juzgador”, de Elisa Beni, la mujer del juez Gómez Bermúdez. Ha sido un acto de presentación con masa anónima de gente en el que la autora, periodista ella, se ha limitado a una declaración institucional: no ha admitido preguntas.
Se sabía del disgusto de muchos jueces con este libro, entre otros, de los dos que formaron parte del tribunal del 11-M junto a Javier Gómez Bermúdez. Se sabía de las reticencias de muchos invitados del Poder Judicial a asistir al acto. Pero al final, la soledad ha sido la de la propia autora y la de su marido, que han observado no sin disgusto que sólo dos magistrados del Tribunal Supremo, entre ellos el juez Marchena, y el ‘jefe’ de la propia Elisa Beni, Javier Casas, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, han asistido a la presentación del libro que pone en el estrellato a Gómez Bermúdez. Sólo ellos tres conformaban la representación del Poder Judicial, que, sin embargo, había sido invitado en masa.

Cómo en las películas de mucho suspense, era más fácil citar a los presentes en el acto por ‘orden de desaparición’. Es decir, que en el Círculo de Bellas Artes de Madrid no ha estado ningún vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ni siquiera su portavoz, Enrique López, ni mucho menos su presidente y presidente del Supremo, Francisco José Hernando; no ha asistido ningún magistrado del Supremo, salvo los dos ya aludidos; no ha estado ningún juez del TSJ de Madrid, salvo Casas, ‘jefe’ de Beni, ya que la periodista ocupa la jefatura de prensa de ese tribunal; no ha estado la fiscal Olga Sánchez, ni mucho menos los otros dos jueces del 11-M. Y por faltar, faltó uno de los presentadores del acto, Fernando Reinares, catedrático de Ciencia Política que excusó su presencia porque tenía que puntuar en unas oposiciones. En fin, que aunque el público era numeroso, se trataba realmente de periodistas y demás masa anónima de gente.

Sí han asistido algunos abogados del juicio del 11-M, como Manuel Murillo, o Endika Zulueta (de El Egipcio, absuelto en el caso), o José Luis Abascal (del confidente Rafá Zouhier). Y, desde luego, se ha dado cita en masa la prensa: hasta 14 televisiones se pudieron contabilizar en la sala alquilada por la editora del libro y que se quedó, literalmente, pequeña. Había multitud de periodistas que pudieron observar con asombro cómo Beni, la estrella indiscutible del acto –su marido se mantuvo en un discreto alejamiento- se limitaba a leer una especie de ‘declaración institucional’, sin admitir preguntas de ningún tipo. Algo realmente psicodélico viniendo de una periodista, como lo es Beni.

El libro venía precedido por una enorme polémica: criticado por muchos, ha sido alabado por pocos, por razones ya expuestas hasta la saciedad. Una polémica que a la autora parece haberle hecho algo de mella –pidió “perdón” a los posibles ofendidos-, pero que a la editorial le ha venido de perlas. Así lo reconoció la editora durante la presentación: “Temas de hoy ha publicado uno de los libros más relevantes de este año”. No se sabe si esa ‘relevancia’ es realmente tal, pero polémico, sin duda lo es.

Entre tanto detractor, Beni ha contado, sin embargo y como no podía ser menos, con dos presentadores casi hagiográficos: Eugenio Galdón, economista del Estado, presidente de ONO y antiguo jefe de la propia Beni, y Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo. El tercer presentador, Reinares –que fue profesor de Beni y, como se ve, todo quedó en casa-, fue una de las ‘desapariciones’ de las que hablábamos al principio.

La autora pide perdón

La de Beni fue una presentación atípica, no tanto por lo breve, que es de agradecer, como por no admitir preguntas, insólito en un periodista: la editora pasó como del rayo a los canapés. Beni sabía lo que tenía que decir –algo ya había adelantado en radio por la mañana-; primero, su “admiración y afecto a todos los jueces y fiscales”, los mismos que, sin embargo, ha obviado en su libro; luego, sentimiento de culpa –falso o verdadero-: “Si alguno se ha sentido herido, nunca lo he pretendido y quiero pedirles mi más sinceras disculpas”; después, acto de contrición con las víctimas del 11-M (¿mensaje a Pilar Manjón?): “Sólo una cosa me duele especialmente [de todas las críticas vertidas]: lo relativo a todas las víctimas”, y, finalmente, la penitencia: “Pido perdón de todo corazón si alguna víctima se ha podido sentir ofendida”.

Beni dijo aceptar “de buen grado las críticas que se me han hecho”, incluso “algunas muy duras”, porque le va a servir “como un acicate para mejorar”. Habló –en el libro no tanto, en la presentación sí- del camino del juicio del 11-M que juntos recorrieron no uno –su marido- sino tres jueces “con profesionalidad e independencia” y cerró el telón con un socorrido “me someto al juicio de ustedes, al juicio de los lectores”.

La autora fue precedida por dos excelentes hagiógrafos, como no podía ser de otra manera cuando se ejerce el papel de presentador. Acaso consciente del malestar periodístico-judicial con “La soledad del juzgador”, el primero en hablar, Eugenio Galdón, realizó un auténtico panegírico de la autora, recordando su trayectoria profesional y los tiempos en los que estuvo bajo sus órdenes para concluir con un: “Son legión los que la han incluido en la categoría de ‘buena gente’”.

Como si se hubieran repartido los papeles, Maite Pagazaurtundua libró una entre emotiva y melosa loa del marido de la autora, la ‘estrella’ real del libro, el superjuez del 11-M Javier Gómez Bermúdez, por su labor en la lucha contra el terrorismo. Pagazaurtundua llegó a emocionarse cuando recordó el caso de una víctima del terrorismo a la que el juez prestó atención personal: “Una víctima del terrorismo es alguien y un juez como Gómez Bermúdez humaniza la Justicia”. Pero, hablando ya del libro, la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo tuvo que reconocer que “es un libro de parte” y, como tal, es “subjetivo en las apreciaciones”.

 Sin duda lo es.
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