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183 años de independencia

Bolivia, en la etapa más dramática de su historia

Bolivia, en la etapa más dramática de su historia

miércoles 06 de agosto de 2008, 18:21h
Bolivia celebra un año más de independencia en un momento de extrema polarización. El actual gobierno lleva 42 muertos en conflictos sociales, las regiones vulneran normas legales y desobedecen al gobernante, el Presidente afirma que si no cumple con las Leyes, tiene "abogados" para corregir errores.
Como no había ocurrido las regiones rechazan al Presidente y Vicepresidente, pese a tener las FFAA, y la Policía bajo su mando, no puede asistir a actos protocolares con dignatarios de otras naciones.

Organizaciones sociales, entre ellas el sector más combativo los mineros, exigen reivindicaciones. El gobierno no quiere comprender que los bolivianos no admiten autoritarismo ni injerencia foránea.

En medio de manifestaciones, huelgas, bloqueos, paros, no parece comprender que es importante y de urgencia cambiar su posición ultrista y radical y gobernar en conciliación para todos los bolivianos.

Si el pasado martes se produjo la muerte de mineros en la localidad de Caihuasi, por disparos de armas letales por agentes de represión, no es posible festejar la creación de la República sino enarbolar la bandera tricolor para convocar a que los sectores en discordia depongan actitudes hostiles. Los 42 muertos, durante dos años y medio de este gobierno supera lo ocurrido en 10 o 15 años de otros gobiernos. Se ha llegado al extremo de reprimir a personas discapacitadas, ciudadanos con muletas, en sillas de rueda, mancos, cojos, no videntes, que pugnaban, en inferioridad de condiciones ingresar a la plaza Murillo.

Esta situación no debe continuar, el gobernante y los gobernados tienen que acceder a deponer intereses de grupo, partido o sector. Un proceso de insurrección comienza con la desobediencia a las Leyes, las actitudes son cada vez más hostiles y radicales contra "sus enemigos" y acaba en revolución.

Evo Morales Ayma y Alvaro García Linera, en su calidad de Presidente y Vicepresidente de la República, deben darse cuenta que el pueblo tiene conciencia social y sus reacciones son impredecibles cuando se toca sus bolsillos, se le sube el precio del pan y alimentos de primera necesidad, no hay empleo, la desocupación congestiona las calles, la migración campo ciudad se hace cada vez conflictiva y la inmigración al exterior de ciudadanos bolivianos se convierte en éxodo por falta de oportunidades en su patria.

De la insurrección al enfrentamiento armado hay poco trecho por recorrer. Es imperativo que los gobernantes dejen su soberbia y ansiedad de Poder y se aboquen a dar soluciones reales a la problemática socio económica política de los bolivianos. La Prefecta del Departamento de Chuquisaca, Savina Cuellar expreso "que el radicalismo del Presidente Evo debe concluir", frase que sintetiza lo que ocurre en Bolivia.

Enfrentamiento de Policías y mineros: Hernán Montero Claros y Miguel Alegre Antonio eran trabajadores de la Empresa Minera Huanuni. En cumplimiento a las disposiciones de sus organismos sindicales, se apostaron en la población de Caihuasi, un pequeño caserío ubicado en la intersección de la carretera que une Cochabamba con Oruro y con La Paz.

Los mineros demandan al gobierno la aprobación de una nueva Ley de Pensiones que reemplace la actual, porque la consideran producto del neoliberalismo y que beneficia a un reducido sector de la población.

Los mineros, bajo el liderato de Jaime Solares, principal ejecutivo de la Central Obrera Departamental de Oruro (COD), anunciaron que volarían uno de los puentes próximos al caserío que se levantó en torno al punto de cobro de peaje donde los vehículos deben hacer una parada obligada por este motivo. La actitud extrema derivó en los hechos de sangre.

El bloqueo caminero cerró el paso de vehículos entre el oriente y el occidente del país, desde donde se debe proseguir viaje hacia los puertos del océano Pacífico.

La tensión fue creciendo. Los mineros atacaron un bus de Flota Azul que aparentemente intentó superar el bloqueo. Los trabajadores intentaron incendiar el vehículo, ante lo que se produjo la intervención de los fuerzas policiales desplazadas hasta el lugar, situado a unos 36 kilómetros al noreste de la ciudad de Oruro.

Los uniformados evitaron que los ocupantes del vehículo de transporte interdepartamental sufran daños, pero luego de ser evacuado, una nueva arremetida de los sindicalistas, a punta de dinamitas, derivó en el incendio y la explosión del autobús.

Posteriormente, un trailer fue atacado por los mineros, cuyos ánimos ya estaban enardecidos por la acción policial. Se produjeron algunos disparos de bala, cuyo origen aún no se determinó y Montero Claros recibió un impacto en plena caja toráxica. Un primer informe de los médicos, que auscultaron su cadáver en el Hospital Obrero de Oruro, dio cuenta de que el proyectil le atravesó el corazón. Su muerte fue instantánea.

Alegre Antonio cayó como consecuencia, presuntamente, de la explosión de una dinamita, pues tenía destrozada una parte de la cabeza. Un médico del indicado centro de salud informó que la herida fue tan grave que tenía expuesta la masa encefálica.

Autoridades judiciales de Oruro esperaron la llegada de especialistas del Instituto de Investigaciones Forenses (Idif) para proceder a las autopsias de Ley.

Los dos llegaron sin vida a la capital del folclore nacional, en tanto que hasta las 16.00 de ayer martes aproximadamente, unos 40 heridos habían sido trasladados al centro médico perteneciente a la Caja Nacional de Salud (CNS). Dos de estas personas se encuentran en grave estado y sus vidas corren peligro.

Inclusive por la tarde se produjeron en el lugar algunos incidentes aislados, mientras la carretera continúa bloqueada.

Portavoces de los trabajadores dieron cuenta de que mientras se servían ayer martes el desayuno, las fuerzas del orden abrieron fuego contra ellos, aunque tanto el Ministro de Gobierno, Alfredo Rada; el Viceministro de Régimen Interior, Rubén Gamarra, y el Comandante Nacional de la Policía, Miguel Gemio, aseguraron que ninguno de los efectivos llevaba armas de fuego.

Inclusive, el Viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, explicó que a las 06.00 de eayer martes, el Presidente Evo Morales ordenó al Comandante Gemio que ningún policía lleve armamento letal para controlar esa movilización de los trabajadores.

Llorenti indicó que el gobierno auspiciará una profunda investigación de los hechos, "lo más imparcial y transparente que sea posible" para que se conozca la verdad de estos sucesos.

La autoridad responsabilizó de estos hechos a Solares, quien hasta 2006 ocupó la Secretaría Ejecutiva de la Central Obrera Boliviana (COB), mientras que un día antes, el Ministro Rada recordó que entre 2002 y 2003, el dirigente sindical recibió acusaciones en sentido de que fue informante de los organismos de inteligencia del Estado durante el último régimen dictatorial conducido por Luis García Meza.

La COB reaccionó airada ante estos hechos, mientras se informaba que Solares pasó a la clandestinidad, en tanto que otros dirigentes calificaron al gobierno como "similar" a los de fuerza, que lanzan a los policías y militares contra el pueblo para acallar las protestas sociales.

El dirigente de los maestros urbanos, Gonzalo Soruco, de filiación trotskista, atacó con dureza al gobierno y comparó a Evo Morales con Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Banzer o los represores militares.

Los trabajadores lograron dañar, con explosivos, la estructura del puente próximo a Caihuasi, por lo que efectivos policiales expertos en la desactivación de explosivos debieron intervenir en el lugar en procura de que se registren nuevas explosiones que dañen el único paso directo entre oriente y occidente.

Rada lamentó que "no se puede permitir la destrucción de la vida económica y social del país con los daños materiales". Entretanto, políticos opositores denunciaron que muchos dirigentes sindicales y trabajadores de base fueron detenidos como consecuencia de estos enfrentamientos.

En la ciudad de La Paz, una marcha de protesta recorrió el martes por la tarde por las principales calles del centro urbano. Los marchistas iban de luto y sus estandartes, llevaban crespones negros. Mientras que en Oruro, esposas de los mineros y palliris enfrentaron a los estudiantes que desfilaban por las calles aledañas a la plaza 10 de Febrero en homenaje al aniversario patrio.

Las mujeres mineras exigían respeto al duelo por las dos muertes, mientras se producían otros incidentes en la ciudad, pues periodistas, fotógrafos y camarógrafos fueron atacados, en tanto que otros estudiantes de colegio pretendían tomar la sede de la COD.
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