www.diariocritico.com

CONCURSO CRÓNICA INTERNACIONAL - GANA 150 €

Energía Nuclear en Río de Janeiro

Energía Nuclear en Río de Janeiro

miércoles 16 de enero de 2008, 14:41h
Son las seis de la mañana. Aún es de noche y hace frío. A pesar de lo temprano que es, Praia Brava también se despierta. En el “hospedagem 2” comienza el desfile de los trabajadores de la Central nuclear de un lado a otro por los pasillos. Todo el mundo saluda. “Oi español. Tudo bom?”. “Belleza” contesto aún dormido.
Después de una ducha caliente y pasar por la panadería a comprar bollos de queso me dirijo al laboratorio a seguir con mis prácticas. Esperando al autobús que nos lleva hasta allí me encuentro con Rodrigo. Charlamos junto con otros trabajadores de la Central. Mientras que la mayoría son expertos ingenieros en telecomunicaciones o física o vete tú a saber, nosotros muestreamos y analizamos flora y fauna para controlar que los niveles de radiactividad no perjudiquen el medio en el que nos encontramos. Así que somos el centro de todas las bromas. Me encanta. Yo tampoco me corto, así que el trayecto de diez minutos hasta el laboratorio ambiental se convierte en una pequeña fiesta.

    Es viernes, así que en la conversación durante el desayuno, ya en la sala de reuniones del laboratorio, nadie habla de trabajo sino de los planes que hay para este fin de semana. A unos cien kilómetros de aquí está Río de Janeiro, pero creo que me quedaré en este pequeño paraíso, de aguas cristalinas, que bañan más de trescientas islas diferentes. Llevo aquí un mes y ya me he convertido en el “encargado oficial de los bollos de queso”. Margareth ha traído un pastel riquísimo y Ricardo, Elenilson y Jayme ya han formado su corrito matutino mientras sirven el café. Cualquier compañera corre el riesgo de ser el centro de sus bromas. Hoy le ha tocado a Patricia, que es de las que no se calla y arremete contra Jayme, que sin duda es el que más tiene que callar. Las risas no paran y en ese momento entra Aderval. Él es el jefe, algo cascarrabias pero muy buena persona. Ya son las siete y media y  de buenas maneras nos mete bulla para que comencemos a trabajar. Poco a poco la gente se va levantado para dedicarse a sus tareas.

    Yo voy con Ricardo, Rodrigo, Hildo y Patricia al patio del laboratorio, donde cuelgan los trajes de neopreno, las aletas y todo el material necesario para el muestreo. Hoy iremos a Piraquara de Fora para recoger las nasas que colocamos ayer. En ellas esperamos encontrar garoupas, que son como los meros de España pero algo más pequeños. Sirven para medir la radiactividad presente en los peces que come la población regional. Nosotros los capturamos, y luego es Elenilson junto con Orlando el que en el laboratorio determina el nivel de radiactividad mediante un proceso de espectrometría.

    Colocamos todo el material en una Combi del setenta y cinco y salimos hacia la Central nuclear, que se encuentra a tres kilómetros del laboratorio. Allí nos espera Alexandre con el barco para llevarnos hasta Piraquara a que hagamos nuestro trabajo. El sol pega fuerte y no se ve ni una nube en el cielo. El agua está cristalina y por el camino vemos rayas, tortugas infinidad de peces que soy incapaz de describir e incluso delfines. No hace falta ponerse el traje de buzo porque el clima es magnífico. Recogemos las nasas con las garoupas capturadas y de vuelta al laboratorio. Son las once de la mañana y dentro de media hora comemos, para volver a trabajar a las una y media, esta vez dentro del laboratorio realizando análisis hasta las cinco.

¿Qué haré este fin de semana? Sin duda me quedaré en este pequeño paraíso.


Crónica publicada el 16 de enero 2008

Guillermo Valero Maestro

23 años
Universidad de Granada. Facultad de Ciencias - Ciencias Ambientales.
Destino: Prácticas de empresa en: ELETROBRÁS TERMONUCLEAR S.A.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios