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El lehendakari responde en clave de espiral de violencia

Ibarretxe declara la guerra al Ejecutivo central: 'Es la suspensión de nuestro autogobierno político'

Ibarretxe declara la guerra al Ejecutivo central: "Es la suspensión de nuestro autogobierno político"

martes 15 de julio de 2008, 14:01h
- "Es una actitud prepotente y arbitraria del señor Zapatero y del Partido Socialista"

Bermejo avisaba este martes a Ibarretxe de que "ya está bien de disparates", pero Ibarretxe no le ha escuchado. En una vuelta de tuerca más, el lehendakari vasco ha acusado a Zapatero de lo peor que podría decirle: que ha suspendido de hecho la autonomía vasca, y ha conminado también al Tribunal Constitucional a que se pronuncie antes del 15 de septiembre para poder realizar su consulta soberanista: si no, la espiral de confrontación puede llegar a límites insospechados.

         Con gesto visiblemente enojado, con un tono de dureza pocas veces visto antes, el lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe, ha dado un paso más en su órdago secesionista al Estado: ya no le gusta el ‘talante’ de Rodríguez Zapatero, al que acusa, de hecho, de suspender de hecho la autonomía vasca al haber planteado recurso de inconsitucionalidad con ‘su ley’ de referéndum. "La actitud prepotente y arbitraria del señor Zapatero y del Partido Socialista no resulta sorprendente, ya que tiene precedentes", llegó a decir Ibarretxe tras la reunión de ‘su’ Consejo de Gobierno.

         En realidad, nada nuevo ha salido por la boca del aún lehendakari vasco: victimismo y más victimismo con el fin de preparse las próximas elecciones autonómicas. Pero ha sido extremadamente duro con el Gobierno del Estado, al que ha exigido que explique "el interés que tienen por suspender una iniciativa tan legal y democrática".


Argumentos en clave de espiral de violencia

         Ibarretxe ha vuelto a esgrimir unos argumentos que resultan irritantes para el Gobierno español, y, en realidad, ofrecen un balón de oxígeno a los terroristas: se ha preguntado -retóricamente, claro- por qué Zapatero abrió "el diálogo y la negociación con ETA y no con los representantes legítimos de la sociedad vasca".

         Así, según él, la decisión gubernamental es, en definitiva, "un ataque directo a nuestra autonomía y supone la supensión de nuestro autogobierno político… dejando a las instituciones vascas indefensas ante las decisiones caprichosas del Gobierno español".

         Ha vuelto a repetir Ibarretxe que "un gobernante debería medir sus actuaciones y actos" que resultan "prepotentes y arbitrarios", y ha añadido una vez más su latiguillo de que se trata de una ‘consulta no vinculante’ en la que se pide opinión a la ciudadanía vasca, "sin que esta decisión suponga una vinculación jurídica para el Estado", ni siquiera para modificar el marco constitucional.

         Y la traca final: "Si el gobierno español mantiene que los vascos no pueden decidir por todos los españoles", entonces el Gobierno vasco mantiene que "los españoles no pueden decidir por todos los vascos". De lo que resulta que, en su particular lógica, "el presidente del Gobierno español no puede prohibir que los ciudadanos vascos expresen su opinión".
 

Conmina al Tribunal Constitucional

         Ante la decisión de recurrir la ley de consulta, el Gobierno vasco ha tomado cinco acuerdos concretos:

         Primero, denunciar públicamente al presidente del Gobierno español ante la "extrema gravedad" de la "paralización política de la consulta no vinculante" para la "solución política del conflicto vasco" (¿hablaba el lehendakari en nombre de ETA, que es quien mantiene la violencia en Euskadi?)

         Segundo, instar al Tribunal Constitucional "a que se pronuncie sobre la constitucionalidad de la consulta antes del 15 de septiembre", porque, de superarse esa fecha manteniendo la suspensión, se haría imposible la consulta.

         Tercero, en caso de no dictarse serntencia antes 15 septiembre, a fin de evitar "dicho perjuicio instamos al Tribunal Constitucional a que levante la suspensión".

         Cuarto, pese a todo, el Gobierno vasco seguirá preparando la consulta "con toda normalidad".

         Y quinto, si no el Constitucional no se pronuncia antes del 15 de septiembre, "reservamos iniciativas legales, políticas y jurídicas" para la defensa de los intereses vascos.

         La guerra está servida.
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