Según la Asociación Unificada de Guardias Civiles, un informe de la Secretaría de Estado de Seguridad ha constatado la presunta falsificación de la titulación exigida para operar los radares detectores de velocidad, así como presiones a los guardias civiles para que impongan más multas.
La investación, que se ha centrado en el Sector de Tráfico de Toledo, que engloba las cinco provincias de Castilla-la Mancha, ha detectado tambien "obstrucciones a la Justicia y arbitrariedades" para expulsar de la Agrupación de Tráfico a agentes que "imponían pocas multas" o a los considerados "más reivindicativos", según explica la AUGC.
En octubre de 2006, esta asociación de guardias civiles ya denunció que muchos de los agentes carecían de la titulación exigida para manejar los aparatos de radar, y que incluso se habían falsificado algunos de los certificados de operador necesarios.
A raíz de esta situacion un agente de Tráfico con destino en el subsector de Toledo ha presentado una denuncia contra toda la cadena de mando de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil por un presutno delito de abuso de autoridad, al entender que se le ha expulsado de la unidad de manera arbitraria e injusta.
La AUGC no descata estar presente como acusación particular en este proceso y ha exigido la "máxima contundencia" contra todos los manda implicados "en estos lamentables hechos que ensucian la encomiable labor que día a día desempeñan los agentes de Tráfico de la Guardia Civil".
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