El ministro de Trabajo,
Celestino Corbacho, ha manifestado que va a intentar
"impulsar el proceso de diálogo social" en las próximas semanas. Las comisiones apenas se reúnen y la urgencia y contundencia que se exigía al principio debido a la crisis parece haber dado paso a cierta apatía por parte de los agentes sociales.
En principio se justificó la falta de fluidez en las negociaciones a la proximidad del congreso de Comisiones Obreras. El cambio en la dirección del sindicato, interpretado en medios políticos como un endurecimiento de la estrategia de esta organización, es otro de los argumentos utilizados a la hora de justificar la falta de comunicación entre los interlocutores.
Pero en fuentes de UGT señalan que, aunque alguna de estas circunstancias parecen haber influido en el
impasse actual, lo cierto es que en los sindicatos reina cierto clima de cabrero como consecuencia de las decisiones adoptadas por el Gobierno para paliar la crisis. La más significativa, las ayudas a los bancos,
"que no están cumpliendo el objetivo de trasladarse a la financiación de empresas y familias". Asimismo, el endurecimiento en algunas medas de negociación como la de la Función Pública, donde se han producido importantes recortes como consecuencia de la crisis, sobre todo en materia de Oferta Pública de Empleo.
Pero todo ello no es nada si lo comparamos con las propuestas efectuadas en la comisión del Pacto de Toledo. Utilizar las cotizaciones de toda la vida laboral de un trabajador para calcular la cuantía de su pensión supone, según cálculos de UGT, un recorte "
brutal" en la prestación, que podría llegar, en algunos casos, al 30%.
"Están ganando las tesis de los mas alarmistas en torno al futuro de las pensiones", señala
Toni Ferrer, secretario de acción sindical
ugetista. Los sindicatos no están dispuestos a consentir, de momento, ningún recorte en este capítulo.
Celestino Corbacho quiere reunir a los agentes sociales lo antes posible. Es urgente abordar, sobre todo, la situación del empleo, y la cobertura para los parados. El clamor político y social en torno a la alarmante situación exige soluciones que "deben ser consensuadas con empresarios y sindicatos", dicen en el Ministerio de Trabajo. Pero en los sindicatos se recuerdan otras cosas. Por ejemplo, la situación del Acuerdo Nacional en materia de Negociación colectiva en el cual se debe establecer la referencia salarial para 2009. En plena crisis, los empresarios hacen "mutis por el foro" en torno a este asunto, y ya hay voces de expertos que exigen "no ya moderación salarial, sino incluso congelación de sueldos a cambio de mantenimiento de puestos de trabajo" a lo que los sindicatos contestan diciendo. "en tiempos de bonanza ya nos apretamos demasiado el cinturón. Ahora que no nos vengan pidiendo sacrificios". El conflicto está servido.