La vicepresidenta primera del Gobierno comparecerá la próxima semana en el Congreso de los Diputados, y ahí es donde dará "todas las explicaciones", pero poco ha resuelto
María Teresa Fernández de la Vega en su comparecencia tras el Consejo de Ministros en relación a la forma en que se ha gestionado el secuestro del atunero español Alakrana.
"Compareceré con transparencia democrática" en el Congreso, pero "todo ha funcionado de una manera razonable" dentro del Gobierno. Es un anticipo de lo que ocurrirá la próxima semana en el Parlamento: lejos de la autocrítica, De la Vega va a tirar duro a la cabeza del PP, partido que "desde el minuto uno su posición ha sido de obtener rédito electoral".
"Acepto las críticas razonadas y razonables", ha dicho De la Vega respecto a su propia gestión, pero ha recordado que los únicos responsables de lo ocurrido con el Alakrana son los delincuentes. No ha sido posible sacarla de ahí.
Protesta ante Gran Bretaña
Por otro lado, la vicepresidenta ha confirmado que, efectivamente, "el Gobierno ha exigido una explicación inmediata" a Gran Bretaña y que con tal fin el Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado este viernes al embajador de Gran Bretaña en Madrid para presentarle una protesta formal por el
uso de los colores de la enseña española para prácticas de tiro.
Según De la Vega, el embajador británico ha presentado excusas, se ha comprometido a investigar el asunto a fondo y ha prometido que hechos como el acaecido no volverán a ocurrir.
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