Im-presentables del sábado 17 de abril de 2010

Otro crispador

Llega el conocido novelista y columnista Juan Manuel de Prada, cada día más exagerado en su columna de ABC, al paroxismo al afirmar en su artículo de este sábado: “¿Puede haber aún gente tan mema que no entienda que el aquelarre de la Complutense fue el acto fundacional de la ‘próxima revolución’ que tratará de impedir por todos los medios (y todos significa todos) una victoria electoral de la derecha?”. Insigne exageración y demasía, que califica a quien la escribe como un crispador de tomo y lomo. Y, de la misma manera que criticábamos en este espacio la ‘pasada’ del ex fiscal anticorrupción, Jiménez Villarejo, acusando de ‘fascistas’ a los jueces del Supremo, nos atrevemos hoy con el señor Prada, que, desde el otro extremo, se encarga de ir caldeando el ambiente con un lenguaje y unas consideraciones que nada tienen que ver con la realidad, y, encima, llamando ‘memos’ a quienes no comparten sus sandeces. Claro que, si desde algunas tertulias y ciertas columnas, para no hablar de determinados políticos o del ex fiscal mentado –tío, para colmo, de una ministra en ascenso en el Gobierno de Zapatero, como es Trinidad Jiménez--, se siguen batiendo los tambores de guerra, puede que la pacífica situación de esta democracia llamada España llegue a alterarse. 

Lea el artículo de Fernando Jáuregui ‘No ha sido una buena semana, no…’




‘Jaime-Jaume’ Matas deriva el interrogatorio a una cuestión lingüística

El ex ministro de Aznar y ex presidente balear, Jaume Matas, acusado de una docena de delitos que pueden suponerle hasta 24 años de cárcel, mantuvo veinte horas de interrogatorio ante el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro y en sus declaraciones –parte han sido extractadas por El País- se pone de manifiesto el intento absurdo por derivar la discusión hacia el terreno lingüístico.

    Jaume Matas reprochó al juez y a los fiscales que se dirigieran a él como Jaime y no Jaume como se identifica en catalán. Sin embargo, este hecho que podría ser considerado como irrespetuoso respondía exclusivamente al hecho de que la propia defensa presentó ante el tribunal documentos en los que Matas se autodenominaba “Jaime Matas Palou”. Sin duda, Matas debería preocuparse más por explicar los detalles del caso que se investiga y hacer menos ‘política lingüística’ desde el banquillo.


Vean parte del diálogo que recoge El País:

J. "Yo no quisiera ser irrespetuoso hacia esas islas y bautizar a nadie con un nombre que no tiene. Soy muy respetuoso y quiero mucho a esta tierra. ¿Puede usted decirme qué nombre se pone usted? ¿Se autolesiona usted cuándo se autotitula, cuando se pone Jaime? Dígame ¿qué nombre se pone aquí?".

M. "Jaime Matas Palou, Jaime Matas Palou".

J. "¿Dónde está la falta de respeto, señor?".

M. "Independientemente de quién lo haga, yo soy libre de querer que se use mi nombre".

J. "¿Quién se lo niega?".

M. "El señor juez y la Fiscalía del Estado usan mi nombre correctamente y la fiscalía pone Jaime Matas Palou. Yo sólo le pido, con todos los respetos a la fiscalía: me llamo Jaume".

J. "Yo voy a terminar con eso porque no estamos aquí para eso. Simplemente decirle que usted no se falta al respeto a sí mismo cuando se llama Jaime. El asunto está terminado".

Defensa de Matas. "Pido disculpas de este abogado al juzgado y al propio señor Matas por el error mecanográfico de mi despacho. Disculpas a los fiscales, también".

 



Actimel deja de hacer promesas "saludables"

Los consumidores a los que van dirigidos los anuncios publicitarios en ocasiones se dejan llevar por un ‘extra’ asociado a la marca que compran: felicidad, bienestar, sentimientos asociados a la juventud o mejoras para la salud… Sin embargo, aquí surge un problema ya que en este último caso puede dar lugar a confusión como ha ocurrido en el caso de ‘Actimel’ de Danone.

Esta marca ha tenido que renunciar a su conocido lema que durante años acompañó al producto, “Actimel ayuda a tus defensas”, ya que se enfrentaba a posibles enfrentamientos con la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). No es que este sabroso ‘yogurt con probióticos’ sea nocivo para el cuerpo humano, sino que su eficacia no ha sido probada científicamente y por tanto, los grandes eslóganes publicitarios se quedan en eso, en palabras. De hecho, ni si quiera se podrá comprobar hasta qué punto Actimel ayuda al tránsito intestinal ya que a su vez se han suspendido las pruebas que EFSA iba a realizar para comprobar que realmente se trataba de un producto “saludable”, aún así, sus ventas no se han visto afectadas.


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