Así lo dijo el propio
Zapatero a los periodistas en los pasillos del Congreso. Según explicó, ambos hablaron del accidente de helicóptero en el que murieron los cuatro militares y de la nube volcánica que ha casi paralizado el transporte aéreo en Europa desde el jueves pasado. "Y de alguna cosa más", reconoció el presidente, pero todo ello en un tono informal.
A su llegada a la Cámara Baja, donde este martes se aprobará el decreto de medidas anticrisis negociado entre el Gobierno y los grupos políticos, Zapatero relató a los periodistas que pasó la mayor parte del fin de semana hablando por teléfono --fundamentalmente con su colega británico,
Gordon Brown-- para ver cómo hacer frente al caos del transporte aéreo generado por la nube volcánica.
En el avión acompañaban a los dos líderes el director del gabinete de la Presidencia,
José Enrique Serrano, y
Jorge Moragas, responsable de Internacional del PP, además del secretario de Estado de Comunicación,
Félix Monteira. Rajoy y Zapatero se limitaron, según estas fuentes, a cambiar impresiones sobre el desastre aéreo que ha causado la nube volcánica de Islandia y también comentaron los riesgos que supone viajar en helicóptero. Este asunto venía al caso porque en la ‘oferta’ que hizo Moncloa al líder de la oposición de viaje de ida y vuelta a Rota también se incluyó el desplazamiento con el presidente en helicóptero hasta la pista de Torrejón de Ardoz desde donde partió el avión oficial. Rajoy declino la invitación y, luego, le recordó a Zapatero el susto que pasó con
Esperanza Aguirre cuando en un acto al que asistieron el helicóptero de la Policía en el que se acababan de subir se estrelló contra el suelo nada más elevarse, afortunadamente sin graves consecuencias para ninguno de sus ocupantes.
El volcán no afectará a la salida de la crisis
El jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que este incidente no afectará a las perspectivas de la recuperación económica, aunque reconoció que sí tendrá impacto en la situación de las compañías aéreas.
Zapatero también descartó que España pueda terminar sacando un provecho inesperado de esta crisis, al recibir vuelos intercontinentales con pasajeros que luego han viajado por tierra o mar a otros países europeos cuyo espacio aéreo está cerrado. La oferta de España de convertirse en 'hub' europeo, explicó, ha sido por una mera cuestión de ubicación geográfica que ha provocado menos problemas en el espacio aéreo nacional.