Iñigo Iruin baraja varios borradores para legalizar un partido batasuno

Como viene informando Diariocrítico, la izquierda abertzale se está moviendo de cara a una integración en la vida política de Euskadi, rechazando la vía de la violencia. Es la posición que, según informan fuentes conocedoras del proceso, mantiene hoy en día la mayoría de los abertzales y que está nucleada en torno a Arnaldo Otegi -y otros, desde prisión- y Rafael Díez Usabiaga, ex dirigente de LAB, fundamentalmente, y articulada jurídicamente a través del abogado donostiarra Iñigo Iruin.

La idea es, independientemente de lo que decida finalmente hacer ETA, constituir una plataforma o un partido político que pueda pasar por la criba del Ministerio del Interior. Es decir, con una fórmula jurídica que se interprete como un rechazo a 'todo tipo de violencia', pero que no suponga tampoco la aceptación de una 'derrota total'. La cuestión no es sencilla, porque, en virtud del pacto antiterrorista que han vuelto a suscribir PP y PSOE, el Gobierno -escamado por el resultado del anterior proceso de paz- está decidido a no legalizar ninguna formación abertzale que no rompa definitivamente con ETA.

De ahí el encargo directo que, según nuestras fuentes, se le ha hecho a Iñigo Iruin, cuyo prestigio jurídico está reconocido incluso en medios de la Audiencia Nacional. Por ejemplo, Iruin es íntimo amigo del ex juez Baltasar Garzón y la mayoría de los magistrados de la Audiencia Nacional valoran expresamente su competencia en asuntos de defensa de etarras capturados, o de abertzales de izquierda acusados de colaborar con ETA.
 

Soslayar el Artículo 9

Así, pues, Iruin dispone ya de varios borradores de estatutos que soslayan el comprometido Artículo 9 de la Ley de Partidos, el cual dice en sus tres apartados lo siguiente:

Artículo 9 (actividad de los partidos)

1. Los partidos deberán respetar los valores constitucionales, expresados en los principios democráticos y los derechos humanos.

2. Un partido político será declarado ilegal cuando su actividad vulnere los principios democráticos, particularmente cuando con la misma persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades, mediante alguna de las siguientes conductas:

a) Vulnerar sistemáticamente las libertades y derechos fundamentales, promoviendo, justificando o exculpando los atentados contra la vida.

b) Fomentar, propiciar o legitimar la violencia para la consecución de objetivos políticos.

c) Complementar y apoyar políticamente la acción de organizaciones terroristas.

3. Se entenderá que en un partido político concurren las circunstancias del apartado anterior cuando:

a) Dé apoyo político expreso o tácito al terrorismo, legitimando las acciones terroristas o exculpando y minimizándolas.

b) Incluya en sus órganos directivos o listas electorales a personas condenadas por terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y medios terroristas.


Dentro de una gran operación de marketing, tanto el propio Iruin como dirigentes de la izquierda abertzale -se cita expresamente a Díez Usabiaga- han iniciado lo que podría denominarse como una 'operación de imagen' a gran escala, empezando por los medios de comunicación. Son frecuentes los contactos con directores de medios o determinados periodistas con cierta influencia para convencerles de que esta vez va en serio.



La idea a transmitir es que el mundo batasuno quiere crear un partido político que se ajuste a las exigencias legales y judiciales contenidas en la Ley de Partidos. Para ello afirman que respetan los derechos humanos y rechazan el uso de la violencia. En lo que parece una 'hoja de ruta' plenamente establecida, el mundo abertzale de izquierdas presentará en las próximas semanas -en todo caso, antes de final de año- un nuevo documento que amplía el suscrito por Batasuna y EA en junio en el Euskalduna, pero con las aportaciones recibidas y con adhesiones de nuevas formaciones o grupos sociales.

El proceso culminaría o bien con la presentación de una fuerza política como tal, o bien -más probablemente- con una plataforma -acaso la Adierazi EH!- integradora de militantes de la izquierda abertzale, EA, Aralar, Alternatiba, los sindicatos ELA y LAB, y grupos como Lokarri.

Esta 'hoja de ruta', según las fuentes de Diariocrítico, querría actuar de forma coordinada con ETA; es decir, al tiempo que la banda declare una tregua unilateral, indefinida y verificable internacionalmente. Pero, de no poder convencer a los irreductibles de la banda, actuarían de forma independiente, lanzando a ETA el mensaje de que o aceptan la paz -rechazan, por tanto, la violencia- o su base batasuna se 'desengancha' de ella.

 
Dudas en los partidos democráticos

Medios políticos consultados por Diariocrítico mantienen sus dudas sobre las 'buenas intenciones' de los abertzales anteriormente citadas. Hay quien piensa -sobre todo en el PP- que se trata de una mera maniobra de ETA-Batasuna para coger aire en un momento duro de asfixia global -incluyendo la 'economía'-.

Otros medios -sobre todo socialistas- intentan creer en las 'buenas intenciones' de los abertzales de izquierda, e incluso en una parte de la estructura de ETA, que estaría apostando por la paz, y sostienen en cualquier caso que si el Estado no deja ahora presentarse a los batasunos, esa postura de aceptación de los principios del Estado de Derecho que parecen querer ya abrazar podría perder fuerza en las bases y volver en poco tiempo a un rebrote de la violencia.


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