Las preguntas que Rubalcaba no quería responder tras el Consejo de Ministros

El portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, utiliza una peculiar técnica en la reuda de prensa tras los Consejos de Ministros: da la palabra para formular preguntas a según, cómo y a quién. Ya lo advirtió en su primera rueda de prensa, cuando se estrenó en el cargo, respondiendo a un periodista de un medio catalán: "Con el tiempo que lleva usted aquí, parece mentira que no sepa lo caro que está el turno de preguntas".

Pero este viernes, el sucesor in péctores de Zapatero ha rizado el rizo del 'trilerismo': el Gobierno quería a toda costa que se titulara con las pensiones -el famoso acuerdo social al que ha llegado con sindicatos y empresarios para que trabajemos más y cobremos menos cuando nos jubilemos- y puso en práctica su estrategia: "Para ordenar el debate, primero las preguntas al ministro de Trabajo"; luego a él, como portavoz. Todos creyeron en su palabra. Craso error.

Cuando ya se cumplía una hora de rueda de prensa y se habían agotado las preguntas a Valeriano Gómez tocaban las suyas, Rubalcaba levantó el cubilete, pero debajo del mismo no estaba la bolita con el premio -la posibilidad de preguntarle- y puso fin a la rueda de prensa alegando que se tenía que ir de viaje.

Habilidad manifiesta la suya, sin duda.

He aquí, en forma concentrada, las preguntas que Rubalcaba no quiso contestar

 - "¿Cómo valora que Zapatero haya pensado en usted para que le suceda, de forma digital y sin primarias, como candidato a la Presidencia del Gobierno".

 - "¿Qué le parece la posibilidad de que haya sido un ministro de Zapatero, compañero de usted en el Consejo de Ministros, el que haya filtrado los planes sucesorios de forma que se abra el debate ahora?".

- "¿Estaría usted dispuesto a someterse a unas elecciones primarias en el seno del Partido Socialista para ser candidato? Es más, ¿impondría usted el modelo de primarias para suceder en la candidatura a Rodríguez Zapatero?".

- "En el caso Faisán, ¿Ha encontrado usted ya el informe que le pide el juez Ruz elaborador por Asuntos Internos de la Policía poco después de conocerse le chivatazo policial a ETA?".

- "El citado informe, ¿lo ha entregado ya al juez? ¿Lo va a entregar? ¿Cuándo?".

- "En el caso Faisán, también, ¿tiene usted identificados los tres teléfonos adscritos a la Subsecretaría del Ministerio del Interior con los que hablaron al menos dos de los implicados paralelamente a cuando se produjo el chivatazo policial? ¿Lo ha entregado ya al juez? ¿Lo va a entregar? ¿Cuándo?".

- "En todo caso, ¿qué le parecen los nuevos bríos del juez Ruz en el caso Faisán y, sobre todo, el cambio de actitud del Ministerio Fiscal, apoyando ahora la investigación? ¿Se derrumba un castillo de naipes montado en Interior?".

- "Cospedal acaba de afirmar que tiene pruebas del espionaje de la policía al PP, ¿qué tiene que decir al respecto? ¿Ha iniciado usted una investigación interna? ¿Cuáles han sido los resultados? ¿Va a denunciar Interior a la secretaria general del PP?".

- "¿Tiene usted constancia de que el próximo 5 de febrero los batasunos van a pasar por la ventanilla del Ministerio del Interior para registrar un nuevo partido político? ¿Conoce la policía de reuniones batasunos-etarras para la redacción final de los estatutos de ese nuevo partido?".

- "En el nuevo pacto por la Ley Sinde, ¿ha pensado el Gobierno, y usted especialmente como negociador, que, ya que han llegado a un acuerdo para atajar la piratería, es necesario eliminar el llamado canon digital que graba indiscriminadamente a todo prójimo y primo práctico?".

- "Qué le parece la posición adoptada por Alex de la Iglesia? ¿Y cómo valora que la ministra Sinde quiera, manu militari, quitar ya al presidente de la Academia de Cine y hasta se permita dar el nombre del sucesor?".

- "¿Ha establecido ya el Gobierno algún contacto con los piratas somalíes, o con los bufetes de abogados londinenses que los amparan o representan, para conocer la suerte de los dos pescadores gallegos recientemente apresados?".

En fin, que probablemente, siguiendo su costumbre, Rubalcaba se evadiría de esas y otras preguntas, pero, al menos, el vicepresidente habría hecho gala de hacer pensar que acaso cree en la libertad de expresión y en el derecho a y de la información.