Soy un ciudadano. Llevo militando en Izquierda Unida desde 1986. Y creo que la política es fundamental para regular la vida pública y organizar la sociedad al servicio de la gente. Me parece que el descrédito completo de la política, ese terrible 'todos son iguales', es un eje de la cultura más reaccionaria. Necesitamos devolverle el respeto a la política.

Es un ejemplo claro de la corrupción, las relaciones turbias entre las élites económicas y los partidos mayoritarios y la falta de transparencia en la gestión pública.

Conocer a las personas de cerca te ayuda a hacerte una idea de la realidad. En estos días he participado con ella en varias movilizaciones cívicas y sindicales, y he comprado el afecto que, por ejemplo, le tienen los trabajadores de Telemadrid y/o los trabajadores de Coca Cola. Su trabajo en la Asamblea de Madrid la ha tenido muy en contacto con la calle. Y aprecio a mis compañeros y compañeras más por su trabajo en la calle que por las dinámicas de disputas internas que sacan lo peor de todos nosotros.

Desde luego, hay que reconocer errores internos como la falta de democracia participativa, algo que otros partidos se lo pueden permitir, pero la izquierda, no. Pero tampoco creo que debamos castigarnos mucho en Izquierda Unida. El fenómeno de Podemos surge en una planificación de la cultura populista que han diseñado las élites para no pagar una factura muy alta en estas elecciones y seguir controlando la indignación de la gente. Se trata de liquidar a la izquierda organizada en este país.

Izquierda Unida quiere reivindicar Telemadrid como un medio de comunicación independiente, sin sometimiento a las presiones del Gobierno de turno, y quiere resolver el conflicto laboral provocado por un ERE injusto. Será una dirección independiente la que haga un plan de viabilidad y la que tome decisiones sobre el futuro de Telemadrid.

Estoy convencido de la necesidad de medios de comunicación públicos que se comprometan con una información veraz e independiente. El reto más importante es apostar por esta filosofía.

El trabajo del juez Ruz ha puesto al descubierto la deshonestidad de los comportamientos habituales en la tesorería del Partido Popular. Mientras haya jueces, fiscales y periodistas honrados, nos iremos enterando de todo. Una de las propuestas que ha hecho el Consejo Cívico que apoya mi candidatura, en el que participa Baltasar Garzón, es la creación de una Oficina Anticorrupción que implique a los políticos y a los ciudadanos en la búsqueda de una gestión transparente y sin tramas oscuras. Así, las inversiones públicas sólo atenderán a empresas que observen los códigos de buenas prácticas y no hayan tenido relación con la corrupción.

Carlos Marx es un patrimonio del pensamiento y la cultura contemporáneos. Abrió muchas perspectivas que siguen vigentes y me parece viva su lección en sus propios libros y en el trabajo de los intelectuales que han renovado incesantemente su pensamiento.

La situación me recuerda mucho a 1979 y 1982. El malestar social puede conducir a una transformación de la realidad o a un proceso de mercadeo electoral que maquille los cambios. Temo que Podemos, cuando entró en la lógica de no ser ni de derechas ni de izquierdas, derivó hacia el mercadeo electoral y va a servir para que se mantengan muchos de los intereses económicos de las élites. Yo viví una victoria socialista en nombre de la salida de España de la OTAN, y el PSOE acabó siendo el partido que fijó la permanencia de España en la OTAN y en el neoliberalismo europeo.

Bueno, tradicionalmente ha habido muchos intelectuales conservadores. La cultura forma parte de la sociedad, reproduce ideología. No hay intelectuales puros. Como pido respeto para mi compromiso con la izquierda, me esfuerzo en respetar a los intelectuales comprometidos con la derecha. Hay mucho ideólogo que dice que no se mete en polítca y que en realidad participa de un pensamiento muy derechista.

Izquierda Unida, por la situación española, por dinámicas sociales como lo joven-viejo, o como el tan cacareado final de las ideologías, ha podido perder muchos votos. Pero sus votantes tradicionales no están perdidos para siempre. Vivimos en una situación en la que es posible tener perder votos pero no votantes y muchas personas volverán a identificarse con una identidad clara de izquierdas.

Yo soy más de Cohen. Joaquín es más de Dylan. Un saludo.

Es necesario crear una Mesa por la Cultura que cambie radicalmente las políticas y favorezca una nueva definición de las ciudad y la Comunidad de Madrid. La energía de Madrid fue muy importante internacionalmente hace pocos años y es una lástima que la gestión del PP haya acabado con ella. Madrid tiene que volver a moverse y entender la cultura como una inversión en conciencia cívica, imaginación moral, educación de la sensibilidad y no como un entretenimiento zafio.

Si IU se pega un batacazo en Madrid será, por una parte, responsabilidad de Izquierda Unida y, por otra, consecuencia del diseño político que han creado las élites económicas para superar la crisis sin pagar una factura alta. En cualquier caso, será un honor naufragar junto a los míos y con mis ideas. Espero que no sea el caso.

Tenemos que transformar la vida cotidiana, llevar la emancipación a la intimidad y encontrar unos valores que rompan la cultura neoliberal dominante. Sólo tranformando la vida cotidiana con valores podremos sostener en las plazas sueños públicos.

La memoria democrática es la raíz de una sociedad decente. Buena parte de la descomposición pública se debe a no haber hecho justicia con las víctimas de la dictadura y la Guerra Civil. Se perdió el respeto a la verdad, a la justicia y a la reparación. Para comprometerse con el futuro, conviene tener claro cuál es nuestro pasado.

Admiro mucho a Manuela Carmena, candidata de otra opción política al Ayuntamiento de Madrid, y admiro también a Ángel Gabilondo, candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Respeto también al candidato de Podemos a la Comunidad. Me veo hablando con mucha gente, pero me parece imposible pactar con la política del PP.

Son muchos, muchos. Cuando uno cumple años conviene aprender a admirar a los jóvenes, porque las agendas se van llenando de tachaduras entre los mayores. Soy lector, por ejemplo, de Javier Rodríguez Marcos, Raquel Lansero, Carlos Pardo, Fernando Valverde, Elena Medel, Elvira Sastre, Luis Bagué, Juan Manuel Romero, Marta Sanz...

Creo que deberemos sentarnos a hablar todos los que somos partidarios de desalojar al Partido Popular de las instituciones de Madrid.

IU es partidaria de la izquierda organizada y de un Frente Amplio que no suponga la liquidación de la izquierda. No es lo mismo recoger la indignación de la gente en una época de crisis que combatir el modelo productivo que ha generado la crisis.

Los ciudadanos que quieran apostar por la izquierda y por la presencia de la izquierda en la regeneración democrática española, tienen en Izquierda Unida su única referencia clara.

Creo que el pacto entre el PP y Ciudadanos no va a conseguir la mayoría absoluta en Madrid. Se lo va a impedir la decisión de Izquierda Unida de mantener una identidad propia para volcar los empates hacia las mayorías de progreso.

Son dos magníficas candidatas. Manuela Carmena siempre ha sido una referencia de la izquierda en el ámbito de la Justicia. Raquel López ha sido y es una referencia de la izquierda en el trabajo municipal y en el compromiso con los vecinos de Madrid. Estoy orgulloso de compartir proyecto político con Raquel López.

Tiene toda la pinta. Son cosas del mercado electoral. Más que las tácticas, la ética de Izquierda Unida apuesta por los valores.

Educación pública, cultura como formación de conciencia y de ciudadanos, alejamiento de los paradigmas de telebasura que ha impuesto el populismo. Una educación democrática es la que defiende que el éxito tiene más que ver con la vocación y las realizaciones personales que con la acumulación rápida de dinero o con la producción de mano de obra barata.

Me ha resultado duro dejar la enseñanza en mi facultad. Espero que la poesía no me abandone y que, en cuanto me oriente en esta nueva dedicación, recupere el tiempo para leer y escribir. Un saludo.

Muchas gracias a los lectores y lectoras de Diario Crítico por vuestras interesantes preguntas. Un saludo cordial.