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Chat finalizado

Diego Ayo Saucedo

Este chat se realizará a las 10:00 hora en Bolivia, 16:00 hora española.


Es Phd en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto Ortega y Gasset. Es profesor de la Universidad Católica en las Maestrías para El Desarrollo y de los postgrados del CIDES. Es profesor titular de la Carrera de Ciencias Políticas de la UMSA. Fue profesor visitante de la Universidad de Mc Gill en Montreal Canadá. Dirigió el Programa Televisivo “Juego de Espías”. Es autor de diversas publicaciones sobre democracia y descentralización. Destaca su último texto “Democratizando la democracia. Una década y media de Participación Popular en Bolivia (1994-2009)”, publicado por Naciones Unidas en 2010. Fue Viceministro de Participación Popular además de haber ocupado diversos cargos en el área de 1995 a 2002. Fue Asesor en Gobernabilidad y Descentralización en USAID de 2003 a 2005. También fue asesor en Democracia y Gobernabilidad en el PNUD de 2008 a 2010. Actualmente se encuentra elaborando documentales sobre los problemas de la democracia en Bolivia con la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria. También es columnista de Los Tiempos y de Página Siete (Suplemento Ideas).

 
Las revoluciones y Bolivia

Diego Ayo

Bolivia vive una revolución: una revolución que ha exacerbado lo político. Es un momento de hiperinflación política que deja de lado “otras revoluciones”. Aquellas contempladas en la agenda mundial. El propósito es velar por las tareas que no por no urgentes, no son importantes. Por eso hacemos un llamado a un cambio, no digamos verdadero, pues éste que vivimos, con sus errores, lo es, pero si demandamos un cambio más completo. Un cambio integral, de múltiples revoluciones.

1)    La revolución económica versus el capitalismo ilegal: lo que se denomina socialismo comunitario es en realidad el asentamiento de un capitalismo estadólatra, ilegal y especulativo. Predominan capitales financieros (la banca ganó aproximadamente 700 millones de dólares en 5 años) y negocios informales/ilegales (el narcotráfico y el contrabando generan 2 mil millones de dólares) sobre lo que vendría a ser lo deseable: un capitalismo redistributivo. La revolución financiera predomina sobre una verdadera revolución productiva.

2)    La revolución por los derechos humanos versus el capitalismo hiperconsumista: la revolución actual se sostiene, vaya paradoja, por lo que constituye el alma del capitalismo mundial: el consumismo, azuzado por los mayores ingresos de la ciudadanía (que son reales, pasando de 900 dólares per cápita antes de Evo a 1700 ahora). El deseo de comprar celulares, ponerse tetas de silicona, congregarse en masa en los megacines, organizar fiestas de exhibición del éxito material y estético, manejar autos de lujo (Hammers), entre otras cosas que ponen en evidencia la reiteración del avance tecnológico como un fin en sí mismo. Más modernidad acompañada de mayor vacuidad espiritual. La globalización tecnológica no corre paralela a la globalización moral o de los derechos humanos. No es que consumir sea malo, sin embargo hacerlo sin regulación estatal, va a llevar a que, por ejemplo, al lado de los 45 salones de fiestas de fraternidades alteñas, subsistan miles de ciudadanos con indicadores subsaharianos.

3)    La revolución por la soberanía energética versus el capitalismo de Estado o capitalismo de transnacionales. El último escrito de García Linera “El “oenegismo” enfermedad infantil del derechismo”, responde exhaustivamente al colectivo de izquierda que criticó la pérdida de rumbo del “proceso”, entre otras cosas aclarando que sí, sí se ha dado una verdadera nacionalización del gas. Más allá de la pertinencia de sus argumentos le faltó algo: decir si el gas, aunque sea nuestro en toda la cadena, va a ser usado por nosotros para promover nuestra ansiada industrialización (del gas y de otras actividades económicas). Un excelente estudio del CEDLA de Christian Inchauste (presidente de YPFB Transportes) muestra que alcanzará el gas para cumplir con Brasil y Argentina pero no para industrializarlo. Eso es grave pues seamos nosotros los que manejemos el negocio o sean transnacionales, lo cierto es que su uso va a beneficiar a brasileros y argentinos (al menos en un sentido productivo pues es evidente que su uso social, en bonos, es positivo).

4)      Una auténtica revolución política versus el peguismo de las organizaciones sociales. Los tópicos de mayor envergadura en la agenda internacional siguen dependiendo de la buena voluntad de las agencias internacionales. Los temas “agua”, “pobreza”, “género” y/o “cambio climático”, no obstante su enorme relevancia son feudos cuasiprivatizados por cooperantes internacionales. Se trata de repolitizar estas áreas. No preservarlas como problemas técnicos sino profundamente políticos, requiriéndose, por ello, el concurso de la sociedad civil en su diseño y puesta en marcha. Por ende, se trata de pasar de un estado de capitalismo “soft” (liderados por los “amigos” cooperantes), a una auténtica revolución política. Los movimientos sociales, por ejemplo, carentes de una agenda proactiva (hoy su agenda es ante todo “aprovecharse” del Estado) serían los estandartes de esta revolución centrada en objetivos “superiores”. Además, se enajenaría los últimos bastiones de supremacía tecnocrática a favor de su reapropiación política social/nacional.

5)      La revolución científica/educativa versus el capitalismo militarista. Los recursos fluyen hacia el sector militar. A escala reducida se puede observar en el país lo que se ve a escala planetaria: el mundo dilapida en gasto militar al menos 30 veces más de lo que invierte en donaciones a los países en desarrollo. Por tanto, la fuerza vence a las ideas. La coerción se parapeta sobre la deliberación. Lo que se necesita, por el contrario, es destinar más recursos a la investigación. La ciencia no puede quedar opacada por los rifles. Por ende, debemos pasar de reformas patrimoniales de seguridad pública –lo que se bautizó como gobernabilidad patrimonial- a una auténtica revolución del conocimiento. Lo que se perfila es una imprescindible revolución educativa/científica que no descuide el rol de garante de la seguridad pública de policías y militares, pero tampoco lo torne hegemónico y excluyente (además de profundamente patrimonial).

*** Vea el siguiente vídeo>>

  • Escéptico

    Considero que su propuesta Licenciado Ayo es interesante pero incompleta, pues no incluye el reconocido avance en términos de inclusión social. Bolivia en los últimos 7 años ha sufrido un dramático avance en su presupuesto legal para lograr avances que en otras circunstancias habrían tomado años. La inclusión, la tolerancia, la emergencia del mundo indpigena, son avances reconocidos a nivel mundial. ¿Como caracterizaría este criterio en su descripción de revoluciones en Bolivia?
    No, lo tengo presente y agradezco que lo recuerde. No hay dudas que lo que usted dice es cierto para fortuna nacional. La democracia se ha hecho más compleja, reconociendo inclusive formas de organización indígena. Y no sólo más compleja sino más democracia en un sentido cuantitativo/electoral: votamos más que nunca en distintos ámbitos, incluyendo el espacio de las autonomías indígenas. Sin embargo, tenga en cuenta que ese logro corresponde, al menos en su punto de mayor prestancia al ascenso m
  • Pedro Pablo Antelo

    Los procesos revolucionarios siempre tendrán detractores como su persona: los intelectuales orgánicos del sistema capitalista decadente. Pese a su pesimista descripción, Bolivia está cambiando para mejor, con errores y contradicciones como cualquier proceso dialéctico, pero el cambio cualitativo hacia una sociedad más justa, solidaria y equitativa es un camino sin retorno.
    Don Pedro Pablo, no hay duda que la cosa está mejor. Sin embargo, antes que enervarse y empezar a insultar, intente reflexionar lo propuesto. No se trata de ser o no ser detractor. Se trata de ver que debilidades hay. Me parece un acto mezquino afirmar que todo proceso tiene sus luces y sombras y, por lo tanto, tenemos que quedarnos tranquilos. Esta forma de "naturalizar" una dinámica política, cae en el peor de las debilidades del proceso: cerrarse a la crítica, defendiendo el "proceso" como si
  • Felix Alvarez

    Sr. Ayo: ¿No sería más apropiado hablar de reformas que de revoluciones?
    En principio sí. Se requieren reformas y muchas. Pero ateniéndonos al concepto de revolución, que implica una sustitución de élites, modificación institucional (nuevas instituciones) y cambios en la cultura, considero que se debe propiciar "algo" de revolucionario. Por ejemplo, en torno al medio ambiente. Acabo de leer un trabajo de Mirna Liz sobre el Corredor Norte (Yucumo-Rurrenabaque) que reivindica la posibilidad de conformar una plataforma de diálogo en la que se junten los actantes (como e
  • Ronald

    ¿Diego, es posible, ya sea de forma parcial o completa, que el actual Gobierno, en el tiempo que le queda de gestión, trabaje en algunos de los puntos que tu texto cita?
    No tengo dudas que si se lo puede hacer. Sin embargo, no es fácil. Siempre es más fácil promover la legalización de los chutos que propender a una auténtica revolución económica. Siempre es más fácil llenar titulares con palabras complejas como "socialismo comunitario" sin hacer mucho al respecto. Y así un largo etcétera. En todo caso, escuchaba al ex presidente Carlos Mesa decir que se debe ir construyendo una agenda de país alternativa para enfrentar al MAS el 2015. En realidad, no sé si debe
  • Sabrina Quisberth

    Hola Diego, espero te acuerdes de mí, fui tu alumna hace algunos años en el CEBEM. Como vislumbres el futuro del proceso inaugurado por el MAS, cuanta fuerza tiene para continuar y crees que su futuro esta condenado al fracaso. En una visión ecuanime que siempre te ha caracterizado, que esperas que ocurra.
    Sabrina, que gusto. No tengo dudas que no se puede vivir sólo de política. Y si lo hacemos estamos condenados al retraso. Este gobierno, antes que librar juicios, arremeter contra opositores, amedrentar radios, etc, debe hacer gestión. Precisamente en los temas que menciono y que los he llamado, sólo para ser más explícito, las "otras revoluciones". Sin embargo, simultáneamente, la política sigue siendo la mejor industria nacional. La cosa da para largo. No tengo dudas que el 2015 Morales será
  • Jorge Guzmán

    La presentación describe un "proceso de cambio" sin rumbo, más bien contradictorio con los postulados iniciales que le dieron origen. ¿Puede un proceso así mantenerse en el tiempo, si cambian las condiciones, como temen algunos, en poco tiempo, fruto de la inestabilidad de los mercados internacionales y de la crisis del dolar?
    No, si hay un rumbo y muy claro. El problema no es la falta de rumbo, el problema es si ese rumbo es el correcto. Creo, como lo afirmé, que la misma formación de los cuadros gubernamentales, les impide ver más allá de lo que clásicamente se ha concebido como revolución, y esta visión está hiperpolitizada. La cosa es eliminar/debilitar al oponente, no pactar con él. Y donde no hay pacto y, por ello, diálogo, no hay posibilidad de conversar estos temas. Ese es el riesgo. Todo comentario se politiz
  • Ramiro Sejas

    Diego, cuánto puede durar un esquema económico como el que describes, donde la inyección de recursos financieros provenientes de narcotráfico y contrabando, no se corresponde con la necesidad de inversión en el sector productivo. Pero además donde se nota el dispendio de recursos para equipamiento de FFAA, satelites y situaciones superfluas que no responden a verdaderas necesidades nacionales.
    Gracias Ramiro. Creo que mucho si paralelamente los precios del gas siguen en alza. Puedes darte muchos lujos si tienes la fortuna de tener tanto en el bolsillo. Pero es evidente que no todo puede durar. la bonanza de los 70s, por ejemplo, nos mostraba un país moderno, pero finalmente todo cayó y nos vimos envueltos en la peor de las crisis. No tengo dudas que un régimen que sólo gasta, no puede durar. Si paralelamente al narcotráfico, etc, modificas la matriz productiva, la cosa te puede durar
  • FABRIZIO

    MARCELO VARNOUX HA AFIRMADO SOBRE EL DISCURSO DE MORALES EL 7 DE AGOSTO, QUE SU RÉGIMEN SE SOPORTA EN LA ENTELEQUIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y FUNDAMENTALMENTE EN LAS FFAA. PREGUNTA: UNA DEMOCRACIA MODERNA SOPORTADA EN LOS FUSILES Y BAYONETAS TIENE FUTURO?? LA REVOLUCIÓN DE MORALES PODRÁ SEGUIR SIENDO DEMOCRÁTICA??
    Fabrizio, me parece un tanto parcial lo afirmado por Varnoux. Detrás de Morales hay un caudal de votos del 64%. Es decir, no sólo hay militares y movimientos. Sin embargo, si consideramos que este gobierno prioriza el gasto militar antes que la inversión en investigación y ciencia, entonces sí. Si consideramos que el gobierno prioriza una relación prebendal con los movimientos por encima de una relación programática, que debería estar basada en esta serie de revoluciones, entonces sí. Si Marcelo
  • Julia Arzabe

    Parece que en la revolución del MAS no cuenta el medio ambiente; lo digo por su posición ante la depredación (colonización cocalera) del parque TIPNIS.
    Sí Julia. Lo peor de todo es la arrogancia con que se maneja el tema. Se dice que son ONGs que lavan el cerebro a los indígenas. No se entiende bien como (siguiendo la reflexión de Róger Cortés) esos mismos indígenas cuya lucidez ha puesto al gobierno donde está, sean ahora tan estúpidos de dejarse comprar por consultores internacionales. Que expliquen eso. Por otra parte, creo que lo que vemos en el TIPNIS ya se vio antes con los Yuquis y Yuracarés. Los cocaleros ya mostraron su ímpetu entrando
  • Marcelo Oblitas

    El Presidente ha declarado que su revolución está garantizada por las Fuerzas Armadas. ¿No es ésto una afirmación poco amable con la democracia?
    No hay dudas que sí, Marcelo. Lo sintomático es que tenemos como parte del gobierno a Don Juan Ramón Quinta que de desgañitó de intelectual hablándonos de la "gobernabilidad patrimonial" de la policía y fuerzas armadas, cuya lógica de acción fue: "Vos le metes tus políticas neoliberales, yo reprimo y tu me das gastos reservados e impunidad". Así funcionaron. Hoy la cosa es peor. Los gastos en partidas militares y policiales han subido (las cifras exactas aun no las tengo y me baso en entrevistas
  • Julio Aliaga L

    Me gusta la respuesta 1. El régimen cubano, por ejemplo, se jacta de sus avances en los campos de la salud y la educación, que se produjeron durante los años sesenta del siglo pasado y cinco décadas después sigue hablando de lo mismo, porque no tiene nada que mostrar a partir de ello. Algo parecido empieza a suceder con el proceso etnonacionalista boliviano, deja ebullir la presión de inclusión que venía desde abajo, gracias a 25 años de democracia y sigue hablando de lo mismo, un lustro después
    Querido Julio, lindo eso de la "genética social". Por lo demás, de acuerdo en todo. Un abrazo
  • Marco Antonio Trigo

    Estimado Diego, es interesante tu planteamiento, existen muchos temas mas que podemos incluir en estas Revoluciones en Bolivia, pero, mi pregunta es; Sera posible que nuestros gobernantes puedan quitarse la venda y ampliar su vision de apoyar el que todos podamos "vivir bien"?, y, no solamente sea u beneficio para los que flamean una bandera azul y blanco y es "hermano"?. Existe dinera, hay circulante, nadie lo niega, usted lo ha dicho, Megacines, Cadenas de Restaurantes, Vehiculos lujosos, y
    Estimado Marcelo, gracias por la pregunta. En principio, partir de la tesis de que todo cambio, verdadero, conlleva algunas necesarias pérdidas para los beneficiados "de siempre", en beneficio, ahora, de los marginados que tienen la posibilidad de recibir mayor atención. Creo que hasta ahí, la presencia del MAS es positiva. Sin embargo, es evidente lo que dices. Los ejemplos abundan, desde la prohibición a la exportación hasta la Ley de la Revolución Productiva, hay un sesgo no sólo a favor de l
  • DIARIO CRÍTICO

    DESPEDIDA
    A Simón y Ronald les debo su respuesta. Por favor, cualquier cosa a [email protected] o al 70612862. Un abrazo a todos y gracias Diego Ayo