Promesas de Zapatero

El presidente Zapatero ya empieza a recular. Apenas duraron veinticuatro horas las promesas que le hizo a Esperanza Aguirre en el encuentro de ambos en el palacio de la Moncloa. Sin citarla, Zapatero dijo al día siguiente que algunas personas cuando salen de las reuniones no cuentan la verdad o dicen cosas distintas de las que se han hablado, lo que nos hace dudar de que el presidente del Gobierno esté dispuesto a mantener todo lo que dice Esperanza Aguirre que le prometió. Claro que las promesas de Zapatero no tienen plazo y por lo tanto puede mantenerlas en el candelero hasta las elecciones, porque gran parte de ellas no se podrán ejecutar, en el mejor de los casos, hasta después del mes de marzo, y cuando pasen los comicios generales quien sabe qué pasará. Me refiero a la ejecución de las infraestructuras, que por mucho que se quiera se vislumbran a largo plazo, sobre todo después de que el presidente del Gobierno le dijera a Esperanza Aguirre, que la estación de RENFE en Sol, que lleva la friolera de cuatro años en obras, no se acabará hasta 2009.

Por lo que respecta a la participación de la Comunidad en la gestión del tren de cercanías, son promesas en el aire, porque hay que determinar cuando y en qué forma se participa en esa gestión, mientras que los catalanes tienen seguro que recibirán las competencias en este servicio. Nuevo agravio a Madrid y a los madrileños.

Lo que sí parece concreto y seguro es la cesión del Estado a la Comunidad de Madrid de los terrenos donde estuvo ubicada la cárcel de Carabanchel, que permitirá al gobierno regional construir un hospital público. Pero claro, esto no le va a salir gratis, porque Zapatero pretende obtener a cambio unas plusvalías, las que generarían la construcción de viviendas privadas en parte de los terrenos. Habría que hacer una modificación puntual del plan general de ordenación urbana, cuestión que corresponde al Ayuntamiento y parece, que en principio, el Ayuntamiento no está por recalificar para que se generan plusvalías para el Estado con la construcción de viviendas, porque el gobierno municipal quiere que parte de los terrenos se dediquen a equipamientos sociales. Parece que la Comunidad está en lo contrario, en la tesis del Estado con tal de conseguir construir un hospital, y quien sabe si Zapatero, queriéndolo o sin quererlo, va a abrir una nueva  confrontación entre la Comunidad y el Ayuntamiento. Al tiempo.