En concreto, fue el entonces portavoz del PSOE en la Comisión de Exteriores del Congreso, Rafael Estrella, quien reclamó al Departamento que en esa época dirigía Federico Trillo, información sobre el supuesto espionaje de Roberto Flórez García a Alejandro Toledo, dando por hecho en su pregunta que el agente estaba "vinculado a la Embajada de España en Lima" y dependía del Ministerio de Defensa.
En su respuesta parlamentaria, el Gobierno de José María Aznar se limitó a subrayar su "neutralidad" en el proceso electoral peruano y a defender la actuación del entonces denominado Centro Superior de Informacion de la Defensa (CESID), pero declinó incluso confirmar que Flórez estaba adscrito a ese departamento, argumentando que esa información estaba clasificada como "secreta".
"La labor informativa del Servicio de Inteligencia debe ser objeto de la máxima reserva al tratar sobre aspectos que no podrían ser ni afirmados ni negados sin vulnerar la Ley de Secretos Oficiales", dijo entonces el Ejecutivo del PP, que recalcó el carácter secreto de "la pertenencia al CESID de sus miembros" o de "una hipotética presencia" de los servicios de inteligencia "en cualquier país del mundo". Aunque en su contestación a la pregunta del diputado socialista, el Gabinete Aznar garantizó que el CESID cumplía "correctamente con su labor informativa al Gobierno, careciendo de fundamento cualquier otra especulación".
Además, el Ejecutivo hacía hincapié en que mantenía "una postura de escrupulosa neutralidad en el proceso electoral peruano" y rechazaba "tajantemente" cualquier "acusación o comentario sobre ayuda o favorecimiento a alguna de las candidaturas". "En consonancia con tal postura -afirmaba la respuesta parlamentaria-, todos los organismos de la Administración española que ejercen sus funciones en el exterior, tanto los que lo hacen de modo público y abierto como aquellos que desempeñan su labor en el estricto ámbito de la reserva oficial, han observado la más absoluta neutralidad e imparcialidad en el proceso electoral peruano".
Asimismo, y a modo de resumen, el Gobierno de Aznar concluía indicando que los organismos de la Administración que desarrollan su labor en el exterior "lo hacen y lo han hecho en el caso de Perú, al servicio exclusivo de los intereses de España".
Segunda pregunta de Estrella
Rafael Estrella registró también una segunda pregunta en el Congreso para conocer la relación que Flórez mantenía con la Embajada de España en Lima y saber si el Ministerio de Asuntos Exteriores, dirigido entonces por Josep Piqué, estaba informado de la posible participación del espía español en la campaña de Alejandro Toledo.
También en esa segunda ocasión el Ejecutivo evitó aclarar las dudas de Estrella y, en su respuesta, remitió al diputado a la contestación que había dado a su primera pregunta, alegando que en ella le había facilitado la información que pedía sobre Flórez.