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El Gobierno logra salvar los PGE  tras una tarde de infarto

El Gobierno logra salvar los PGE tras una tarde de infarto

· Zapatero se muestra satisfecho y destaca “la estabilidad de esta legislatura”

miércoles 24 de octubre de 2007, 18:20h
Después de una tarde realmente de ‘infarto’ el vicepresidente económico, Pedro Solbes, evitó este miércoles la devolución de los Presupuestos Generales del Estado para 2008 por 177 votos en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, CiU, ERC, IU, CC y Na-Bai, que sumaron 168 a favor. El Gobierno contó con el respaldo del PSOE, PNV, BNG, CHA y de dos diputados tránsfugas: Joaquín Calomarde, que abandonó hace unos meses el PP, y el de Nueva Canarias, Román Rodríguez, escindido de CC.

Las sorpresas de la jornada fueron la inesperada abstención del portavoz de Iniciativa per Cataluña (IC), Joan Herrera, y el error del diputado del PP balear, Joan Salord. Al finalizar el pleno el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de “positivo” el apoyo alcanzado y destacó “la estabilidad de esta legislatura”.

Posiblemente, Pedro Solbes jamás olvidará el debate de las enmiendas a la totalidad de estos Presupuestos Generales del Estado para 2008. El ministro vivió una tarde tensa en el plano político y realmente dramática en el plano personal. A primera hora de la mañana llegaba a la Cámara Baja para presentar y defender el proyecto de Ley de Los Presupuestos Generales sin tener la total seguridad de que las cuentas del Estado, que con tanto esfuerzo ha ido encajando a lo largo de estos meses, saldrían adelante.

A media mañana cuando estaba  en pleno turno de replica a los portavoces de los grupos, al ministro le dan la terrible noticia del fallecimiento de su hermano menor, Manuel, aquejado de un larga enfermedad. El ministro aprovechó el receso de la hora de comer decretado por Manuel Marín  para acudir al tanatorio y acompañar a su familia. A las cuatro de la tarde, haciendo alarde de una entereza digna de elogio, regresaba al pleno para continuar la sesión mientras recibía el pésame de todos los grupos parlamentarios.

En lo político, la tarde estuvo realmente agitada. El Gobierno necesitaba de la mayoría simple de la Cámara para sacar adelante el proyecto pero la votación se prometía muy ajustada ya que Solbes solo tenía asegurado el apoyo de los cinco diputados del  PNV, el de los grupos minoritarios – dos del BNG, el de José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista (CHA), y de los integrantes del Grupo Mixto, Joaquín Calomarde, diputado por Valencia -que abandonó el Grupo Popular hace unos meses- y Román Rodríguez, de Nueva Canaria, ‘culpable’ de que Coalición Canaria dejara de tener grupo propio en la Cámara Baja. Cualquier ausencia en los bancos del PSOE o ‘despiste’ de cualquier otra señoría habría desastebilizado la balanza.

El Gobierno empezó a respirar más tranquilo cuando Joan Herrera, portavoz de IC – partido del tripartito catalán-  anunció que se desmarcaba de la postura de IU, con la que forma grupo parlamentario, y se abtendría en la votación. Su compañera Carme García, no obstante, no pudo acudir al pleno por motivos familiares.

La reacción de los diputados de ERC fue airada al considerar una ‘traición’ a Cataluña el cambio de criterio de Herrera que en un principio también iba a votar en contra del Gobierno. Por su parte, el PSC cargó a su vez contra ERC – miembro también del tripartito de Montilla- por no retirar su enmienda a la totalidad pese a las concesiones que Solbes había dado a Cataluña.  Para rizar más el rizo, en el PSOE se especuló con la ausencia de Arantxa Mendizábal por motivos de salud. Pero la diputada vasca no quiso faltar y llegó a tiempo a la votación.

El PP no tuvo tanta suerte pese a que dos de los tres diputados que se suponían que no iban a poder acudir al pleno por razones también de salud al final aparecieron: Rogelio Baón y María Salóm, que está a punto de dar a luz y tuvo que coger a primera hora de la tarde un vuelo desde Palma de Mallorca para cumplir con su obligación. La única falta justificada, al final, fue la del parlamentario José Domingo Oreiro, convaleciente de un reciente accidente.

Otros dos diputados populares ausentes no tuvieron excusa. Para enfado del secretario general del grupo, Jorge Fernández Díaz, que había llamado a rebato a todos los diputados por medio de SMS para advertirles de que se adelantaba la hora de la votación,  la diputada Carmen Matador llegó treinta segundos tarde al pleno y ya no pudo votar, y  Juan Carlos Guerra Zunzunegui, que había estado todo el día trabajando en su despacho, ‘desapareció’ misteriosamente y ni siquiera entró en el hemiciclo.

La sorpresa la dio el diputado del PP por Baleares, Joan Salord, que se equivocó de ‘botón’ y votó en contra de las enmiendas a la totalidad de los PGE, es decir, se alineó con el Gobierno.

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