Rosa Díez se ha desquitado a fondo en su intervención para negarle el voto –de hecho, votará en contra- al candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Ha sido la suya una intervención breve –el Grupo Mixto debe repartirse el tiempo-, pero de una gran concisión y dureza. Díez le ha dicho a Zapatero todo lo que no pudo decirle en los órganos internos del PSOE. Ha sido la suya la intervención más crítica contra el candidato a presidente del Gobierno. En ese sentido, la líder de UPyD no ha defraudado la expectación levantada ante su primera intervención en el Congreso de los Diputados.
Díez ha llegado a acusar a Zapatero incluso de manipular la Justicia en su ‘aventura’ de pactar a cualquier precio con ETA y le ha avisado que no tolerará que el Gobierno quiera ‘gobernar’ a los jueces porque esa práctica “es contraria a la democracia”. Así, le ha anunciado que su grupo, UPyD, exigirá la modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) en un retorno a lo previsto en la Ley de 1980, que también exigirá la reforma de la ley del Tribunal Constitucional para mejorar su autonomía y no vivir los episodios bochornosos que estamos viviendo y que pedirá que el fiscal General del Estado sea elegido de una forma similar a la del Defensor del Pueblo. Dijo, al respecto, que “tampoco en ese sentido he escuchado compromisos por su parte”.
La portavoz de UPyD ha hecho también una encarnada defensa de la reforma de la Ley Electoral –que ya había pedido Gaspar Llamazares en una intervención anterior- porque no se puede permitir, según dijo, que un partido como UPyD, con más votos a nivel nacional que el PNV, tenga un solo escaño mientras los nacionalistas vascos tienen seis.
En su capítulo sobre el modelo de Estado, Díez lanzó una defensa sin limites de la unidad española como único instrumento para garantizar la igualdad. “España se romperá si se rompe la igualdad”, le dijo a un Zapatero que la escuchaba desde su escaño con un semblante excesivamente serio y tenso. Para Díez, España se ha empezado a romper con la “ruptura práctica” de la enseñanza del bilingüismo en comunidades como Euskadi y Cataluña.
También criticó encendidamente que el partido del hoy candidato a la reelección haya pedido en la campaña electoral el voto a comunidades islámicas a cambio de privilegios en los comedores públicos. En definitiva, Díez le dijo a Zapatero que “el voto no es un cheque en blanco”, sino un compromiso con los ciudadanos y que “seremos tan exigentes con usted como lo van a ser los ciudadanos con nosotros”.
Como resumen de todo lo anterior, le dijo Díez muy claro a Zapatero: “No puedo darle a usted un cheque en blanco, por eso votaré en contra de su investidura”.
Si (
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