La
comparecencia de Francisco Granados en la Comisión de la Asamblea de Madrid para hablar del caso de espionaje entre los dirigentes del PP de Madrid, se inició con una inesperada polémica. Mientras los fotógrafos de prensa pudieron captar el momento de la entrada del Consejero de Presidencia de Aguirre en la sala, los cámaras de televisión fueron 'vetados' por los servicios de prensa de la Asamblea regional y no pudieron tomar los habituales 'recursos' (imágenes mudas que acompañan a las informaciones).
El enfado de estos profesionales fue monumental, pero no hubo nada qué hacer. Los motivos alegados para este 'veto' fue que en la sala estaba a 'rebosar' y no cabían más gente.