www.diariocritico.com

Dramática llamada de Médicos sin Fronteras

Ya son 200.000 los desplazados por la guerra en Somalia

Ya son 200.000 los desplazados por la guerra en Somalia

· Médicos Sin Fronteras han tenido que salir de Mogadiscio, donde se asaltan hospitales

miércoles 08 de julio de 2009, 19:09h

Médicos Sin Fronteras ha hecho un llamamiento dramático a la comunidad internacional: el caos se adueña de Somalia, donde, en plena guerra civil, más de 200.000 personas han quedado desplazadas. Según declaraciones de la coordinadora general de la misión de MSF en Somalia, Mónica Camacho desde Nairobi (Kenia), el recrudecimiento de los combates en Mogadiscio, la capital de Somalia, ha provocado que la mayoría de los habitantes de los distritos de Yaqshid, Karan y Abdul Azziz, en el norte de la ciudad, hayan tenido que huir de sus hogares.

Los continuos bombardeos, las fuertes explosiones y la lucha abierta que mantienen los distintos grupos armados, se han cobrado ya decenas de víctimas civiles y han sumido a Mogadiscio en un absoluto caos. Según Mónica Camacho, durante la última semana, los tres centros de salud y el hospital pediátrico que gestiona Médicos Sin Fronteras (MSF) en Mogadiscio Norte han tenido que cerrar sus puertas debido a los combates. El personal de la organización, al igual que el resto de la población, ha tenido que huir para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, algo que no había sucedido en los más de 17 años que MSF lleva trabajando en Mogadiscio.

Hasta el momento en el que se produjo el cierre forzoso de sus estructuras de salud en Mogadiscio Norte, los equipos de MSF estaban llevando a cabo una media de 2.500 consultas por semana y trataban a unos 400 niños desnutridos. En el hospital de Daynile, situado en el oeste de Mogadiscio, el personal de MSF ha tratado a 869 personas heridas y ha llevado a cabo 49 intervenciones quirúrgicas desde principios de mayo. Entre todas las personas que recibieron tratamiento de urgencia, 162 eran niños menores de 14 años y 156 eran mujeres. 12 pacientes murieron a causa de las heridas.



200.000 desplazados, sin medicinas ni alimentos

“Alrededor de 200.000 personas han tenido que huir durante los dos últimos meses en dirección a Afgooye y Jowhar. Todo el mundo está aterrorizado y en los últimos 15 días el número de víctimas mortales y heridos ha aumentado drásticamente. Resulta imposible poder prestar asistencia médica y humanitaria a aquellos que la necesitan”, nos dice desde Nairobi Mónica Camacho, coordinadora general de la misión de MSF en Somalia.

En la ruta que lleva hacia Afgooye, al oeste de Mogadiscio, medio millón de personas están viviendo en refugios temporales hechos con palos y telas de plástico. Muchos de ellos han huido de Mogadiscio. El acceso a la salud es enormemente limitado y la falta de agua potable y de comida hace que la situación sea desesperada. Además, los asentamientos están saturados y esto aumenta considerablemente el riesgo de que se produzcan epidemias de cólera o sarampión.

MSF ha hecho un llamamiento a todas las partes enfrentadas para que respeten las estructuras médicas de la organización y el trabajo de su personal nacional somalí, profesionales de la salud que han logrado mantener la prestación de ayuda médica y humanitaria en las peores condiciones imaginables.



Asaltos a los centros médicos

“Algunos de los centros médicos han sido tomados por hombres armados. Todos los pacientes que estaban siendo tratados hasta hace dos semanas en las estructuras de MSF han huido o han tenido que ser evacuados. Muchos han tenido que interrumpir su tratamiento, lo cual es verdaderamente preocupante. En Mogadiscio Norte ya no queda prácticamente nadie por las calles”, nos afirma, por su parte, Alfonso Verdú, responsable de operaciones de MSF en Somalia.

En los tres últimos meses, MSF ha sufrido numerosos incidentes de seguridad. En abril, dos miembros de la organización estuvieron secuestrados durante una semana en Huddur, en la región de Bakool. Un trabajador somalí de MSF murió el pasado día 18 de junio tras la explosión de una bomba que mató a otras 30 personas. Todo ello, unido a la creciente situación de inseguridad de los últimos dos años, ha hecho que el trabajo de Médicos Sin Fronteras en Somalia sea cada vez más complicado.

“A pesar de todo lo ocurrido, queremos seguir trabajando en el país. Las necesidades son inmensas y las principales víctimas del conflicto son los civiles”, dice Alfonso Verdú. “La población está atrapada, abandonada a su suerte. Es algo que se puede comprobar en nuestro hospital en Daynile, en el oeste de Mogadiscio, donde la mitad de nuestros pacientes son mujeres y niños”.



[Médicos Sin Fronteras (MSF) ha trabajado de manera continua en Somalia durante más de 17 años y actualmente proporciona asistencia médica en 9 regiones del país. Sólo en 2008, los equipos de MSF llevaron a cabo 727.428 consultas, de las cuales 267.168 fueron a niños menores de cinco años. Más de 55.000 mujeres recibieron cuidados prenatales y más de 24.000 personas fueron hospitalizadas en los hospitales y centros médicos donde MSF presta sus servicios. Se llevaron a cabo 3.878 operaciones, de las cuales 1.249 fueron como consecuencia directa de heridas provocadas por la violencia. Los equipos médicos trataron a 1.036 personas afectadas por el kala azar (una enfermedad que sin tratamiento resulta mortal) y a más de 4.000 pacientes con malaria. Además, 1.556 personas comenzaron un tratamiento contra la tuberculosis, casi 35.000 pacientes que sufrían de desnutrición recibieron asistencia médica y medicamentos y 82.174 personas fueron vacunadas].

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios