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La banda no avisó y el edificio de la Guardia Civil ha quedado totalmente destruido

ETA buscaba una masacre con el último atentado

ETA buscaba una masacre con el último atentado

· ETA buscaba otra masacre: 60 heridos leves por un coche bomba en un cuartel de Burgos
· El vehículo estaba aparcado junto a los dormitorios de los agentes y sus familias

miércoles 29 de julio de 2009, 07:13h
Gran susto, pero no la tragedia que buscaba ETA. Al menos 50 personas han resultado heridas -ninguna de gravedad- y han sido atendidas por los efectivos sanitarios tras la explosión a las cuatro de esta madrugada de un coche bomba junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, en la avenida Cantabria, según informaron a fuentes del Servicio de Emergencias 112. En esta ocasión ETA, que pretendía una masacre, no avisó previamente. El ministro del Interior ha calificado a los autores del atentado como "asesinos, salvajes y enloquecidos"

Todos los damnificados resultaron heridos de carácter leve, con cortes o contusiones, aunque 31 de ellos fueron trasladados al hospital General Yagüe. Asimismo, en el gimnasio de las instalaciones de la Policía Local se instaló un puesto médico avanzado para atender a los heridos.

Los daños materiales son muy grandes y el edificio ha quedado casi destruido totalmente. El vehículo estaba ubicado en la parte de atrás del cuartel, donde dormían agentes y sus familias. La fuerte explosión, que ha generado el pánico en la zona, ha provocado graves destrozos, además de un cráter en el pavimento.

El delegado de la Junta de Castilla y León en Burgos, Jaime Mateu, ha señalado que ha sido un auténtico milagro que no se hayan registrado más daños personales, a la vista de cómo ha quedado el lugar. Y el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, ha asegurado que la carga explosiva usada en el ataque ha sido "muy importante".

Ha afectado a las 14 plantas del edificio, sobre todo los primeros pisos, que han quedado destrozados por completo. "Todavía no se puede determinar qué tipo de vehículo es, porque esta completamente destrozado y sus restos están calcinados", ha explicado Alejo, que ha señalado en el lugar de los hechos que no se recibieron avisos sobre la existencia del artefacto. "Pretendían hacer el mayor daño posible", ha aseverado.

Alejo ha confirmado asimismo que hay alrededor de una treintena de heridos de carácter leve, entre los que se encuentran varios niños y ha señalado que en las próximas horas se pondrá en marcha una oficina para atender a todos los afectados. Hasta la zona se han desplazado también el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

Fuentes del servicio de Sanidad de Castilla y León (Sacyl) ha informado que fundamentalmente los afectados han sufrido cortes y pequeñas heridas. La explosión se ha desencadenado en la parte trasera de una casa cuartel de la Guardia Civil, ubicada a las afueras de Burgos, en concreto en la calle Jerez.

La deflagración provocó un cráter en el pavimento y daños materiales en el cuartel y en casas colindantes. Las Fuerzas de Seguridad repasan las grabaciones de las cámaras de vigilancia exterior para ver en qué momento fue aparcada la furgoneta y si se distingue a algún terrorista.

Indignación vecinal

Vecinos de la casa cuartel han lamentado los grandes daños en sus casas y opinan que se ha evitado mayor número de afectados porque muchas personas están de vacaciones. Un joven de unos 14 años, hijo de un guardia civil, ha relatado cómo se despertó al escuchar un "fuerte golpe". El joven se ha bajado de la cama y, al poner los pues en el suelo, ha visto que faltaba parte de un muro del edificio y parte del suelo, por lo que se ha palpado pensando que le había pasado algo.

Afortunadamente, sólo ha sufrido un arañazo en la cara, ha podido salir por su propio pie, y ha pedido un móvil a un periodista que estaba en la zona para llamar a sus familiares. La Avenida de Cantabria, donde se produjo la explosión, en concreto en la parte trasera de la casa cuartel destinada a residencia que da a la calle Jerez, ha sido escenario de niños llorando debido al susto y otras expresiones de pánico.

Los vecinos del número 85 de la Avenida de Cantabria han sido desalojados de sus viviendas, aunque algunos de ellos ya habían bajado antes a la calle ante el temor de que el edificio pudiera sufrir algún daño importante por los desperfectos en la fachada.Desde la calle se puede ver el interior de muchas de las casas, entre ellas un salón y una habitación infantil de un piso cuyos habitantes se encontraban fuera, de vacaciones.

En el lugar del suceso, un equipo de bomberos de Burgos ha estado retirando alguna partes de fachada y sobre todo ventanales para evitar el riesgo de que caigan a la calle, que continúa acordonada.

 

 

 

 

 

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