La trastienda de la ida y vuelta de Julián Muñoz a la universidad

Si la cuestión era conseguir publicidad, sin duda la han conseguido, pero a base de un escándalo político-mediático-universitario de órdago a la grande. Ya es conocido que el famoso Julián Muñoz, ex de la Pantoja, ex mandamás de Marbella y reo por el saqueo a las arcas marbellíes no acudirá a los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos porque el centro así lo ha decidido. Pero, ¿quién, cómo y por qué ‘fichó’ a Muñoz como invitado para disertar ante los universitarios en un curso, precisamente, sobre política, periodismo y corrupción?

El curso lo plantea y dirige el periodista Juan Luis Galiacho, y, con una duración de tres días, para el mismo se invita como ponentes a conocidos periodistas y miembros de la judicatura. Se establecen ponencias y mesas, como en el resto de los cursos de verano, pero acordes, claro, con la temática a tratar. Al curso se invita a periodistas de investigación como Manuel Cerdán y Antonio Rubio; a periodistas de medios digitales para analizar la investigación y el ejercicio de la profesión en la red; a jueces, como Santiago Torres; a profesores universitarios, y, en fin, incluso a fiscales. Hasta aquí, todo normal.

Lo anormal surge cuando, una vez impreso el programa de los cursos, pero sin que éste haya llegado aún a la totalidad de los ponentes o invitados que participarán en el mismo, alguien observa que se ha incluido como ‘invitado’ en la ponencia que desarrollará Antonio Rubio al ‘Cachuli’, suficiente conocido no sólo por su romance –ya roto- con la tonadillera, sino por ser el más famoso de los detenidos -en julio de 2006- en la segunda fase del ‘Caso Malaya’, la trama de corrupción inmobiliaria e institucional más importante destapada en España.

Algunos de los asistentes al curso no conocían esta eventualidad –se enteraron por una llamada del programa “La Noria”, de Tele 5, que quería hacer ‘sangre’ con el asunto-, como tampoco sabían aún que quien iba a presentar el curso sería el empresario de todos conocido José María Ruiz Mateos –que no cobrará nada por la presentación- y que el primer ponente para el curso sería el ex presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, condenado por delitos de malversación de fondos públicos y prevaricación. Por esa ponencia, Hormaechea cobrará lo que viene siendo habitual en estos cursos: unos 600 euros.

Para los organizadores, por unas u otras razones la presencia de Ruiz Mateos y de Hormaechea resultaba lógica, al tratarse de hablar sobre la corrupción política. Pero a alguien se le ocurrió la idea de que la presencia de Julián Muñoz como ‘invitado’ en la ponencia a desarrollar por el periodista de El Mundo Antonio Rubio constituiría no sólo un reclamo, sino un ‘pelotazo’ periodístico. Y, sin duda, lo ha sido, pero a costa de jugarse la credibilidad de los cursos de verano.

Cierto es que Muñoz no cobraría nada –hay que recordar que algunos medios que atacan su presencia en este curso han pagado o están dispuestos a pagar cantidades millonarias por su tenerle en programas-basura, pero ésa es otra historia que no tiene que ver con la Universidad, a la que se le supone más seriedad-. También es verdad que va como ‘invitado’, no como ponente -¡faltaría más!-, pero su sola presencia en unos cursos de esta envergadura ha levantado auténticos sarpullidos. ¿De quién fue la idea? Todo parece indicar que de Rubio, que quería contar en su mesa con un ‘ejemplo práctico-publicitario’.

Que el vendaval levantado –más que nada en programas como el aludido de “La Noria”, que prepara un especial- no ha gustado en la Carlos III es más que obvio: en una nota oficial comunican este viernes que no contarán con Muños para evitar cualquier “interpretación confusa” y que, dado que no desea, “bajo ningún concepto, que pueda derivarse ninguna interpretación confusa al respecto que pueda manchar la imagen de la Universidad Rey Juan Carlos, la dirección del Curso ha decidido no contar con la presencia del señor Muñoz”.

Pero aunque muchos ponentes no, la Universidad sí que conocía desde el primer momento la presencia de Muñoz en el curso, dado que asegura al respecto que “el objetivo de esa presencia no era otro que acreditar el papel de controlador que ejerció el periodismo de investigación en relación con la corrupción política y urbanística destapada en Marbella”. En fin, que grosso modo ésta es la trastienda del rápido paso de “Cachuli” por la Universidad.