La versión light de Batasuna, al trullo

martes 13 de octubre de 2009, 21:19h

Puede que el juez Baltasar Garzón sepa lo que se hace, pero lo que ha hecho en la tarde de este martes ha sido desmantelar y mandar al trullo a los que intentaban forjar una Batasuna light, con distanciamiento explícito de la violencia de ETA, y, por lo mismo, enfrentada al sector más duro de la banda mafiosa. Así de claro.

    Otegi fue el 'hombre de paz' y el 'interlocutor' declarado de Rodríguez Zapatero cuando el fracasado proceso de paz. Fue quien inició con los socialistas Francisco Egea y Jesús Eguiguren los 'encuentros gastronómicos' del caserío Txillarre, próximo a la localidad guipuzcoana de Elgoibar y propiedad de un amigo del líder de Batasuna, como se cuenta en un libro de próxima aparición de los periodistas Fernando Jáuregui y Manuel Angel Menéndez dedicado a la negociación entre el Gobierno y ETA.

    Tras el fracaso de las negociaciones con ETA, en mayo de 2007, Otegi y Rafa Díez Usabiaga -que también estuvo en las negociaciones de Argel- iniciaron un tímido despegue de la banda armada. Tímido movimiento, sí, pero con la intención de constituir una nueva Batasuna con un distanciamiento de la violencia. No era más que un embrión en torno a un órgano denominado "Bateragune", cuya traducción al castellano significaría "todos juntos" o lugar de encuentro, pero se trataría, según algunos, de una posible vía de futuro.

    Con Otegi y Díez Usabiaga estaban la ex tesorera del PCTV, Sonia Jacinto, el histórico dirigente de Batasuna Rufi Etxeberria -que también participó en procesos negociadores- y hasta Miren Zabaleta, hija del coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta.

    Si Otegi y los demás pretendían abrir una vía reacia a la voluntad etarra de seguir por el camino violento, las esperanzas han quedado clausuradas: han sido cogidos en pinza, con los 'duros' apretando por un lado y las leyes por el otro. Lo cual no quiere decir que haya que poner muchas esperanzas en Otegi, que no es precisamente el ‘hombre de paz’ que un día vaticinase Zapatero. Lo que ocurre es que estas detenciones quizá sean ahora extemporáneas. ¿No tenía bastante trabajo Garzón con Gürtel, los piratas y el apresurado cierre del chivatazo a ETA en el 'caso Faisán'?

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