Eurobasket: el oro o el fracaso

El campeón del mundo y subcampeón olímpico, sólo derrotado por los 'supercraks' de la NBA y con ayuda arbitral, debe ser máximo favorito en cualquier Campeonato de Europa. Al menos, en teoría. Pero, además, en este Eurobasket'09 de Polonia, 'los chicos de oro' son los mejores. Y los máximos aspirantes a continuar con tal denominación, dos años después del desengaño de quedarse sólo en la plata, y en Madrid, en la edición de 2007, perdida por un sólo punto ante Rusia.
 
Tal consideración parte de un análisis objetivo y no engloba nada de forofismo ni partidismo por parte de quien esto firma. Es más, hasta el líder del equipo español, estrella supergaláctica y campeón en la NBA, Pau Gasol , ha tenido la valentía y la sinceridad de reconocerlo públicamente sin ningún tipo de tapujos. "Si no logramos el oro puede considerarse un fracaso" , ´ha declarado el ya histórico y mítico pívot, poco dado a la publicidad barata ni a la demagogia. Y algo sabe de esto. Y tiene sus razones.
 
Porque observando nuestro potencial, ningún otro combinado reúne a baloncestistas tan importantes, decisorios y decisivos -cada uno en su correspondiente puesto- como el propio Pau o su hermano Marc o 'la bomba' Navarro o Rudy Fernández , o Ricki Rubio o Felipe Reyes o Jorge Garbajosa -que este domingo, en v´isperas del inicio del torneo también ha dicho que "los favoritos somos nostors y tenemos que responder a ello "-... Es más, repasando al resto de figuras del Eurobasket, nos encontramos con que ninguno de los Vujcic, Jagla, Masey, Parker, Lorbeck etc. puede compararse a sus colegas españoles, sólo con la baja del lesionado Calderón.
 
Si a ello añadimos el espíritu de lucha, camaradería y amistad, así como la seguridad de que todos los jugadores de esta 'roja' baloncestítica sudarán la camiseta a tope y se dejarán lo que sea menester sobre la cancha, se llega a la conlcuisón establecida y que titula este comentario. Naturalmente, como en todo deporte, nada está asegurado y en un mal día -y tenemos muy cerca la reciente derrota ante Lituania, más que posible rival en la segunda fase- se puede perder con equipos de inferior potencial pero que sí tienen su día. Pero, en cualquier caso, la ambición, como el favoritismo, debe ser máxima, y el oro europeo puede y debe cerrar por ahora la sensacional hoja de servicios de esta generación que empezó ganando el Mundial sub'20 hace una década y a la que se añadieron otros componentes más jóvenes pero igual de brillantes. De modo que sólo queda esperar un gramo de suerte para no fracasar, la que se merecen. La del campeón. Amén.