Un cúmulo de despropósitos coronó el triste final del Barça

Mourinho es de sobra conocido por su polémico carácter y un fuerte temperamento, que le ha llevado en el pasado a protagonizar tristes incidentes con otros equipos, aficiones o incluso con la prensa. En estos momentos es uno de los personajes más 'odiados' por la afición culé, que lleva unas semanas aguantando palabras muy duras del entrenador luso.

Anoche, Mourinho culminó su 'semana fantástica' provocando a la grada al señalar a los aficionados mientras festejaba la victoria al término del partido, aunque antes había estado todo el encuentro reprochando comportamientos al banquillo contrario. El caso es que cuando corría por el césped tras proclamarse finalista de la Champions, le interceptó un encendido Víctor Valdés. El portero del Barça perdió los nervios y le agarrón del cuello tras evitar que siguiera corriendo por el Camp Nou.

Otro incidente lamentable fue el de los aspersores, que comenzaron a regar el césped al final del partido cuando los jugadores del Inter de Milán estaban celebrando el pase, y sólo en la zona en la que se encontraban los italianos. No fue muy protestado por los interistas, que se lo tomaron con humor, pero no pasó inadvertido para los medios de comunicación, que reprochan al Barça esta medida tan polémica.

Además, en Madrid, un centenar de aficionados merengues salieron a la calle para festejar la eliminación del Barça, que este año era significativa puesto que la final se disputaba en el madrileño estadio del Santiago Bernabéu. La alegría mal entendida les llevó a asaltar la Cibeles en plena noche.

Por último, más que un incidente a criticar, llegó un incidente técnico que pocos entienden y que lógicamente ha dado mucho de qué hablar. Y es que en la Comunidad de Madrid, la cadena autonómica pública, Telemadrid, estuvo casi todo el partido mostrando la señal con graves problemas de emisión en muchas zonas de la región. Horas después, Telemadrid mostró sus disculpas por "problemas ajenos a la cadena", pero ofreciendo una excusa casi surrealista, ya que aseguró que el problema se detectó en el repetidor de Plaza de España debido a la interferencia de "una potente señal de origen desconocido"...


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