Aunque según algunos datos España ya no sea la novena sino la duodécima potencia económica, lo cierto es que el nuestro sigue siendo un gran país al margen de presiones lógicas, de pesimismos más o menos ficticios y de catastrofismos más o menos artificiales.
En todo caso es evidente que estamos en condiciones de hacer frente a la exigencia de UE que pide la concesión de créditos por valor pro.png)
porcional al PIB de cada país para ayudar a Grecia a salir del caos. De acuerdo: Grecia merece una reprobación y un castigo por no haber hecho sus deberes económicos, pero la Unión Europea no puede permitirse el lujo de dejar caer a uno de los suyos ya que las deudas generadas por el país heleno generarían un caos financiero en toda Europa, además de que la imagen de la UE (por no hablar de su moneda: el euro) quedaría irremediablemente dañada.
Por otro lado, España no puede permitirse el lujo de que los mercados la equiparen con Grecia, por ello es una buena opción de marketing acceder a ese crédito de más de 3.000 millones de euros para un país que de ninguna manera se puede equiparar al nuestro, ni en tamaño ni en nivel social.
Con este crédito – que además puede ser un gran negocio a largo plazo – Zapatero se coloca al lado de los ricos de la UE, lo cuál resulta muy beneficioso para la opinión que de España se pueda tener en los círculos económicos internacionales que realmente cuentan. Una decisión, en suma, que resulta acertada, aunque ya sabemos que no deja de ser polémica.
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