¿Los vuelos de la vergüenza? Francia comienza a expulsar a unos 700 gitanos rumanos y búlgaros

La Unión Europea está siguiendo con detalle la campaña del país presidido por Nicolas Sarkozy de expulsar a miembros de la comunidad romaní para asegurar que se cumpla la legislación comunitaria.

Sarkozy ordenó el mes pasado el desmantelamiento de 300 campamentos ilegales de gitanos en una redada contra el crimen después de los disturbios en dos ciudades, en uno de los cuales unos gitanos asaltaron una comisaría.

La decisión de expulsar a los gitanos, la mayoría de los cuales proceden de Rumanía y Bulgaria, ha causado preocupación en grupos de defensa de los derechos humanos y partidos de la oposición, que han advertido a Sarkozy de que podría estar estigmatizando a toda una comunidad. Además, ha tensado las relaciones con Bucarest y Sofía.

"Estamos observando muy de cerca la situación para garantizar que se respeten las leyes", declaró Matthew Newman, portavoz de la comisaria europea Viviane Reding.

"Si un estado deporta a alguien, debemos asegurar que sea proporcional. Debe ser sobre la base del caso a caso, y no de toda una población", agregó.

Newman dijo que la legislación comunitaria permite el libre desplazamiento de los ciudadanos, el derecho a viajar, trabajar y vivir en el país que escojan dentro de los 27 estados miembros, y que Francia no puede impedir el regreso de ninguno de los que expulse.

Desde que Sarkozy anunció sus planes a finales de julio se han desmantelado 51 campamentos ilegales, y el jueves saldrá el primer vuelo chárter que llevará a 79 gitanos rumanos repatriados voluntariamente. Hay otro vuelo previsto para el 26 de agosto.

El ministro rumano de Asuntos Exteriores, Teodor Baconschi, advirtió el miércoles en una entrevista en una emisora francesa que no se estigmatice a un grupo étnico y contra la expulsión del colectivo gitano.

"Espero que se haya respetado la ley en todas las expulsiones de romaníes", dijo Baconschi en RFI. Dos responsables rumanos visitarán París el 30 de agosto para tratar el asunto con el Ministerio francés de Exteriores.

Los romaníes son la minoría étnica más importante de Europa, ampliamente dispersos por el continente, aunque concentrados sobre todo en el centro y el este. La UE dice que siguen afrontando discriminaciones sistemáticas.