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Tendrá que interrogar a tres policías

La Audiencia ordena a Garzón que continúe investigando el caso del 'chivatazo' a ETA

lunes 15 de febrero de 2010, 15:10h
La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le ha enmendado la plana al juez Garzón en el caso del bar Faisán: le ordena que realice las investigaciones que hasta ahora se había venido negando a realizar y que tome declaración, inicialmente como testigo, al inspector jefe Carlos Germán, jefe del operativo hispano-francés que actuaba en ese bar, un supuesto centro de extorsión de ETA. La Audiencia le ordena a Garzón que practique nuevas diligencias y el Sindicato Unificado Policía pide, además, que se investiguen las llamadas de la juez francesa Laurence Le Vert.
En un Auto hecho público este lunes y del que ha sido ponente el magistrado Enrique López López, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha estimado en parte los recursos planteados por la Asociación Víctimas del Terrorismo y la Asociación Dignidad y Justicia contra el auto de fecha 17 de noviembre de 2009, ordenando al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 la práctica de las siguientes diligencias:

Tomar declaración como testigo del funcionario policial número 16.586, es decir, del inspector jefe Carlos Germán, jefe del operativo policial que vigilaba el bar Faisán y autor, además, del informe sobre el chivatazo a ETA; tomar declaración como testigos de los funcionarios del Grupo VIII de la Brigada Provincial de San Sebastián, señores “Unai” y “Sugoi”, y la solicitud a las Autoridades Francesas de toda la documentación relativa al análisis del tráfico de las llamadas de teléfonos que se produjeron en la cabina telefónica desde la que llamó Joseba Elosua, así como la documentación relativa a las observaciones telefónicas que se realizaron al supuesto etarra José Antonio Cau Aldanur, tanto del teléfono fijo, como del móvil.

Es decir, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le está diciendo a Garzón cómo se debe trabajar y está advirtiendo de que no se tolerará un cierre en falso de un tema considerado como gravísimo: "Estos hechos tal cual se han descrito, constituyen un delito de revelación de secretos, y a su vez de colaboración con banda armada, hechos que de ser realizados por miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, adquieren una gravedad sin precedentes en la historia de lucha contra el terrorismo en España, y esto tiene que ser tenido en cuenta, a la hora de agotar la investigación hasta los extremos que sean necesarios", dice el Auto de la Sala de lo Penal.

El Auto añade que "en el caso de autos lo que se ha producido es una denegación particularizada de la mayoría de las diligencias solicitadas por las acusaciones, sin que se conozca cual es la convicción del Juez respecto de la existencia o inexistencia de hechos delictivos o si esto no se han acreditado, o por último habiéndose acreditado no se pueden conectar respecto de los imputados".

La Sala de lo Penal no sólo pide que se tome declaración a Carlos Germán, sino que mete en este saco a dos funcionarios del Grupo VIII de la brigada Provincial de San Sebastián, a los que denomina “Unai” y “Sugoi”, unas declaraciones que Garzón había rechazado por considerarlas "innecesarias" al entender que los hechos acaecidos el día 4 de mayo -día del chivatazo policial a Elosua- se produjeron sin intervención ni coincidencia temporal. "Tal declaración debe ser practicada, habida cuenta su relación con el operativo en torno al Bar Faisán; dicha declaración no puede ser considerada innecesaria ni perjudicial, al contrario y como ya se ha dicho la especialidad de los hechos investigados explica la necesidad de la misma", dice la Sala.

Por otro lado, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) pide al juez que se investiguen también las llamadas recibidas por la juez francesa Laurence Le Vert y por los policías galos homólogos de los españoles en ese operativo conjunto para saber por qué razón la juez francesa no quería realizar la operación policial contra el bar Faisán.

Desde luego, este gravísimo caso se está poniendo al rojo vivo.
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