El descalabro electoral del 26-M para Podemos en Castilla-La Mancha donde pasó de estar en un gobierno de coalición con el socialista Emiliano García Page a desaparecer de la asamblea autonómica ha pasado ya factura a la dirección regional que ha dimitido en bloque.
Después de que Podemos perdiera sus dos escaños en la Asamblea quedándose sin representación, el que hasta ahora ejercía de vicepresidente segundo de la Junta, José García Molina, asimiló la derrota la misma noche electoral.
Valoración de los resultados electorales de @josegarmolina. pic.twitter.com/CBkoWiHN2v
— Podemos CLM (@CLM_Podemos) 26 de mayo de 2019
"Un placer y un orgullo haber compartido estos 4 años. Es tiempo para otras gentes y cosas", se despidió García Molina al día siguiente en las redes sociales.
Un placer y un orgullo haber compartido estos 4 años. Es tiempo para otras gentes y cosas. Hablaremos en las redes, menos virtuales y más carnales para seguir intentando "darle la vuelta al mundo". Como todas las despedidas son imperfectas, sólo os digo: "un abrazo y hasta luego" pic.twitter.com/6oGFFoRNtr
— José García Molina (@josegarmolina) 27 de mayo de 2019
Este miércoles varios medios publican la carta que la secretaria de Organización de Podemos Castilla-La Mancha, María Díaz, ha remitido a su homólogo nacional, Pablo Echenique, en la que le informa de que toda la dirección de la formación en bloque ha renunciado a sus cargos y solicitan la formación de una gestora que tome las riendas a nivel autonómico.