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Iglesias fracasa ante las expectativas y ve desvanecerse su proyecto de Gobierno progresista

(Andrea Mingorance)

domingo 26 de junio de 2016, 23:18h

> El líder de Podemos ya se ha puesto en contacto con Sánchez y ha pedido diálogo sin concretar más

El adelantamiento al PSOE, la segunda posición y un rol capaz de atar el apoyo de los socialistas en las negociaciones. Todas las expectativas que Unidos Podemos consideraba factibles han fallado e, incluso, empeorado. Pablo Iglesias ha asegurado que los resultados no son lo que esperaban y ha destacado que lamenta también que la suma con el PSOE no haya aumentado. Además, se ha mostrado pesimista ante la posibilidad de que el Gobierno progresista se materialice, aunque no ha querido concretar qué le dirá a Pedro Sánchez en su próxima conversación. Por otra parte el candidato ha asegurado que continuarán con la confluencia con IU a pesar de los malos resultados.

Unidos Podemos analiza los resultados del 26-J
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Unidos Podemos analiza los resultados del 26-J (Foto: EP)

"Los resultados no son satisfactorios para nosotros, teníamos unas expectativas diferentes". Así de contundente se ha mostrado Pablo Iglesias al comparecer tras conocerse los resultados.

El candidato de Unidos Podemos ha aparecido en el escenario con rostro serio y acompañado por Alberto Garzón y los miembros de la Ejecutiva de la formación morada. En un tono sereno, ha destacado su preocupación por la pérdida de apoyo del "bloque progresista", es decir, por los resultados conjuntos de Unidos Podemos+PSOE, que aleja la posibilidad de un Gobierno a la valenciana.

No obstante, el líder de Podemos se ha mostrado satisfecho por la unión con IU, a pesar de que pierdan más de un millón de votos respecto a la suma de los dos partidos (más las confluencias) tras el 20-D y mantengan los mismos escaños que los que contaban con IU.

Ante las preguntas de los periodistas, Iglesias ha descartado que la dirección del partido vaya a dimitir porque, según él, deben estar para "tirar del carro" también en los momentos "menos dulces".

La decepción por los resultados ya era adelantada por el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, que ha salido a valorar los resultados provisionales cuando el escrutinio superaba el 60%. Errejón ha señalado de forma clara que no consideraban que estos fueran unos buenos resultados y que no eran para nada los datos que esperaban. Sin embargo, el dirigente ha precisado que este resultado sólo "retrasa" un proceso de cambio político que considera irreversible.

"En ocasiones, los procesos de cambio político no se dan ni de forma lineal ni a la velocidad que nos gustaría", se ha lamentado el secretario político de Podemos.

Errejón ha destacado que los resultados son también malos para España ya que dificultan la conformación de un Gobierno progresista. Sin embargo, a diferencia de Iglesias, sí ha asegurado que le tenderán la mano a los socialistas.

Como únicos puntos positivos de la noche, tanto Errejón como Iglesias han destacado que han conseguido consolidar un proyecto político joven. De hecho, el líder de Podemos se ha resistido en considerar un fracaso los resultados, ya que, según ha apuntado, es histórico que una formación de tan sólo dos años de edad haya podido establecer un espacio que pueda ser decisivo.

Mensaje a Pedro Sánchez

Durante su intervención, Iglesias ha anunciado que ya se ha puesto en contacto con Pedro Sánchez a través de un mensaje telefónico para pedirle que hablaran, aunque cuando ha salido al escenario, el líder del PSOE aún no había respondido.

"Sigo pensando que lo primero que tendríamos que hacer es dialogar y trabajar a partir de los espacios que nos unen", ha comentado.

Sin embargo, Iglesias ha dejado para las reuniones que tendrán en estos días la estrategia que seguirán en relación con los socialistas. En un principio, ya ha evitado hablar de que propondrá un Gobierno a la valenciana o de que él se postularía como vicepresidente, como sí repitió de forma constante durante la campaña.

No obstante, Iglesias también ha asegurado que no descarta ningún escenario y no ha querido dar ningún detalle más, refiriéndose a las decisiones que tomen cada una de las direcciones de los espacios que conforman la coalición.

En cambio, Iglesias sí ha adelantado que no contemplarían votar un nuevo acuerdo entre PSOE y Ciudadanos porque no están dispuestos "prostituir" su programa y sus valores.

Rostros serios y silencio

Unidos Podemos ha celebrado la primera parte de la noche electoral en el madrileño Teatro Goya, el mismo lugar elegido por la formación morada para el 20-D. De allí, se han trasladado a la plaza del Reina Sofía -otro lugar frecuente para Podemos-, donde les esperaban cientos de simpatizantes.

Ante la gente, los discursos han incoporado un tono más épico y esperanzador. De este modo, Iglesias ha asegurado que van a terminar ganando y que seguirán "llamando a las puertas del cielo". Por su parte, Errejón ha pedido a los simpatizantes de Podemos que mantengan la mirada alta y que aguanten "un poquito más". Algunos de los dirigentes de la formación morada se han mostrado emocionados y no han podido evitar alguna lágrima.

Finalmente Podemos e IU han estado juntos en el teatro, aunque, a tan sólo dos días de las elecciones, la formación de Alberto Garzón había convocado a los medios en la sede de IU para hacer valoración de forma separada. El líder de IU también ha comparecido en la plaza del Reina Sofía, aunque, tras comprobarse los resultados, ha suspendido su valoración global ante los periodistas.

Pablo Iglesias ha llegado poco después de las 6 de la tarde y apenas se ha parado ante la prensa para decir que se encontraba optimista ante los resultados de la coalición. El resto de candidatos de Unidos Podemos ha llegado más tarde y Alberto Garzón ha sido de los últimos ya que ha llegado pasadas las 8 directamente desde Málaga.

Los candidatos se han instalado en una sala exclusiva para miembros de los partidos y sus equipos, situada al lado de la sala preparada para la prensa. A su vez, dentro del espacio reservado para los políticos, Iglesias ha estado dentro de otra habitación junto con los miembros de la Ejecutiva de Podemos y su equipo de prensa. Por su parte, Garzón ha preferido estar con los miembros de IU, que han llevado a una delegación de 80 personas ys e han situado en un espacio "independiente" dentro de la misma sala, pero en contacto permanente con Podemos, según han destacado.

Según datos del partido, más de 150 medios y alrededor de 400 profesionales se han acreditado para seguir la noche electoral en el Teatro Goya. Desde donde estaban los periodistas no se veía a los candidatos, pero sí se escuchaban los escasos vítores y aplausos que ha habido, básicamente, al comienzo de la tarde. Los ánimos festivos han empezado muy temprano, nada más aparecer los sondeos a pie de urna que daban una segunda posición para Unidos Podemos pero han decaído bruscamente cuando ha empezado el recuento oficial y durante el resto de la noche ha reinado un silencio que contrastaba con el ánimo del 20-D.

Una campaña optimista

La formación morada ha afrontado esta campaña de forma muy diferente a la del 20-D, ya que la coalición con IU les ha permitido mostrarse más optimistas. El gran reto de adelantar al PSOE se reflejó posible ya en las primeras encuestas, por lo que Unidos Podemos se ha dedicado a intentar afianzar esa tendencia y contrarrestar la campaña del miedo, lo que finalmente no se ha producido.

Las apelaciones a la patria, a la ley y el orden y a la lucha contra la corrupción han sido elementos muy repetidos por Iglesias en esta campaña. El líder de Podemos ha intentado destacar una imagen más seria y más presidencial con el obejtivo además de expandir las franjas de edad del voto a Podemos.

Al mismo tiempo, la coalición ha querido mostrar un equilibrio a veces algo forzado entre el discurso de la transversalidad y la clara apelación de IU a un espacio de izquierda. Una balanza que, al menos en simbólico, se ha decantado más por lo segundo.

Los miembros de la candidatura se han mostrado tan confiados de sus resultados que han llegado a asegurar que este 26-J se podía interpretar como un "referéndum" sobre si Unidos Podemos gobernaba ya o los partidos tradicionales podían conseguir algo más de tiempo. Un mensaje similar es el que han destacado en este 26-J, pero el contexto y la actitud ha sido totalmente diferente.

La formación morada se ha caracterizado desde sus inicios por fijarse metas ambiciosas, por lo que un porcentaje de voto superior al 15% y una fuerza parlamentaria inimaginable en tiempos del bipartidismo saben a muy poco dentro de las filas de la formación.

Ya este lunes Iglesias se reúne con el Consejo de Coordinación de Podemos para evaluar los resultados y analizar por qué la campaña y la unión con IU apenas ha tenido una traducción electoral en esta segunda oportunidad.

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