El Gobierno de Ucrania ha logrado cerrar un acuerdo con Estados Unidos que permitirá la explotación compartida de minerales en territorio ucraniano.
Según las autoridades de Kiev, las duras condiciones iniciales planteadas por Washington han sido suavizadas significativamente. Este pacto no solo garantiza inversiones clave para impulsar la reconstrucción y recuperación económica del país devastado por la guerra, sino que también abre la puerta a una posible ampliación de la ayuda militar estadounidense, algo que hasta ahora parecía poco probable bajo el mandato de Donald Trump.
Detalles del acuerdo
El Ministerio de Economía de Ucrania ha revelado los detalles del acuerdo. Entre ellos destaca la creación de un fondo de inversiones común, sobre el que ambas partes tendrán idéntica capacidad de decisión.
En versiones previas del documento, EEUU pretendía tener la última palabra sobre cómo funcionaría este fondo, al que se destinará el 50% de los beneficios obtenidos por la futura explotación de los recursos naturales ucranianos.
El Ministerio subraya además que el texto final excluye cualquier condición que pudiera violar la Constitución ucraniana o entrar en conflicto con la legislación europea, a la que Ucrania aspira a adaptarse para avanzar hacia su integración en la Unión Europea.
Exclusiones clave en los recursos ya en explotación
Una de las mejoras logradas por el equipo negociador ucraniano es la exclusión del acuerdo de los proyectos de extracción de gas, petróleo y otras materias primas como el aluminio, que ya están en marcha.
A diferencia de lo que proponía inicialmente EEUU, todos los dividendos generados por estos proyectos seguirán contribuyendo directamente al presupuesto nacional de Ucrania y no serán transferidos al fondo conjunto.
Asimismo, Ucrania mantiene plena autonomía para decidir qué nuevos yacimientos comenzarán a explotarse con el fin de generar ingresos para el fondo. Los recursos obtenidos se invertirán exclusivamente en el desarrollo de nuevas iniciativas de extracción o en la reconstrucción de infraestructuras destruidas durante la invasión rusa. Durante los primeros 10 años, los beneficios generados por el fondo se reinvertirán íntegramente en la economía ucraniana. Posteriormente, los dividendos se distribuirán equitativamente entre ambos países.
Ayuda militar y financiera
Una de las principales exigencias iniciales de EEUU era que Ucrania reconociera como deuda el dinero público gastado por Washington desde el inicio de la invasión rusa. Sin embargo, los negociadores ucranianos consiguieron evitar que esta cláusula apareciera en el acuerdo final. Aunque Kiev no ha obtenido garantías escritas de continuidad en la ayuda militar y de seguridad, el pacto incluye la posibilidad de que EEUU cumpla sus compromisos con el fondo mediante "aportaciones financieras directas o nueva asistencia militar".
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