La integridad en el mundo del deporte es uno de los pilares más importantes sobre los que debería sustentarse la propia credibilidad de cualquier competición, pero esto no siempre es así. El deporte, cuando se entiende como un espacio de juego limpio, igualitario y a base de un esfuerzo honesto, se enfrenta hoy en día a muchos retos que pueden alterar esa esencia. Con la llegada de internet y las redes, esto tiene todavía más fuerza ya que hay intereses de todo tipo.
Hay plataformas modernas, pero lo más importante, plataformas seguras que ya han hecho más accesible otra forma de ocio, con incentivos que son atractivos, como pueden ser las promociones de bienvenida en apuestas que permiten iniciarse con ventajas extra. Es importante diferenciar entre la actividad regulada y transparente, que se integra en la propia economía legal, y las redes ilegales que buscan aprovecharse del deporte manipulando los resultados, como vamos a ver.
¿Qué parte de los amaños en los partidos existen en el mundo de los deportes?
Entre ellos está el conocido como match fixing o amaño de partidos, y es uno de los más serios problemas que tenemos en la actualidad, ya que no solo ponen en entredicho la confianza de los aficionados, también la de las propias instituciones deportivas y todo lo que conlleva.
Además, estamos viendo cómo el mundo de la tecnología está impactando en el mundo de los deportes. La expansión de la industria del juego ha llevado a que millones de personas disfruten hoy de apuestas deportivas, sobre todo gracias a este proceso de digitalización que hace que cualquier persona pueda consultar cualquier dato en cualquier momento.
El amaño de los partidos y sus formas varias.
El amaño de los partidos es una manipulación que se hace de manera intencionada en un resultado de una acción en un encuentro o partido. No siempre implica el hecho de alterar quién gana o quién pierde, puede ser simplemente modificar cuántos goles se van a marcar, cuándo van a aparecer las tarjetas o incluso cómo se va a desarrollar una parte del juego. El fenómeno puede darse de distintas formas, desde pequeños arreglos para determinar el marcador hasta manipulaciones de modo parcial de jugadas puntuales.
Y también se dan casos de diferentes acuerdos entre clubes para facilitar clasificaciones o incluso evitar descensos. Y lo que está en juego es la credibilidad de la competición entera. Una credibilidad que se va a ver afectada por comportamientos que no son propios de la actividad del deporte, a la esencia del deporte, al deporte que todos queremos ver.
¿Cuál es el papel de las apuestas reguladas en todo esto?
La industria de las apuestas deportivas reguladas es un sector económico importante, ya que genera empleo e ingresos fiscales. Además, aporta nuevas formas de conexión entre el mundo de los aficionados y las competiciones. Da, de hecho, una experiencia mucho más completa. Aquí el desafío está en cuando las redes clandestinas o los mercados que no están supervisados usan el deporte con fines nada buenos.
Si lo diferenciamos de las plataformas que sí están reguladas y cuentan con sistemas de control o monitoreo de operaciones, los entornos ilegales no tienen transparencia y son los que se vinculan con intentos de manipulación. Por eso mismo, una plataforma que opere bajo un marco legal es una aliada a la propia integridad deportiva, ya que sí que colabora con la federación y la autoridad para detectar cualquier cosa sospechosa.
¿Cuáles son los casos ilegales que hemos aprendido?
A lo largo de todos estos años, muchos deportes han tenido episodios que se han relacionado con amaños. El fútbol europeo ha tenido serias investigaciones sobre algunos partidos que se han manipulado, sobre todo en divisiones menores. En el tenis ha habido circuitos poco vigilados donde algunos jugadores fueron tentados por sobornos. Y en disciplinas como el críquet, que son menos conocidas, se han dado muchos escándalos en el pasado. Son ejemplos que ponen de manifiesto que el problema no es solo de un deporte ni de un país.
Sin embargo, muestra que la importancia de la cooperación internacional y los sistemas de control moderno son clave. Sistemas que hoy se aplican para poder reducir estas prácticas al máximo posible y proteger toda la competición. Al fin y al cabo, los jugadores están ahí para llevar a su equipo a lo más alto y ver la sonrisa de los aficionados en cualquier momento.
Las condiciones que hacen posible el amaño son muchas.
Por ejemplo, la vulnerabilidad económica de los jugadores de categorías inferiores, la globalización de las competiciones que no son muy visibles o, por ejemplo, las redes organizadas que operan en las sombras. La clave para evitar todo esto está en fortalecer la prevención a cualquiera, educar al deportista, a los árbitros, mejorar la vigilancia a cualquier tipo de nivel en una liga o fomentar esa colaboración entre diferentes instituciones, los operadores regulados y también los organismos de seguridad.
¿Cómo se puede proteger la integridad en el mundo del deporte?
En los últimos años, las federaciones y las plataformas que están reguladas han intensificado mucho la colaboración. Se sigue en tiempo real los mercados, se hacen análisis de patrones que no son frecuentes y ese intercambio de información con organismos como la Interpol ha permitido detectar riesgos de estafa o frenar intentos de manipulación.
Así que la tecnología juega a nuestro favor, la educación también es otro pilar muy importante. Hay programas que informan a los jugadores, a los entrenadores, a los árbitros sobre los posibles riesgos que tienen en el amaño y además refuerzan la capacidad del deporte para mantenerse totalmente limpio. Además, las sanciones impuestas en casos comprobados son un mensaje claro, no hay trampa que valga.
¿Cuál es el equilibrio entre el entretenimiento y la seguridad?
El crecimiento de este tipo de apuestas deportivas ha mostrado que la actividad puede ser una forma de ocio responsable y también segura y regulada. La clave está en mantener un marco legal sólido, con clara transparencia en cada operación, herramientas de juego responsable y siempre, siempre la colaboración constante de todos los protagonistas del mundo deportivo. Solo así se garantiza que la emoción del partido se pueda vivir desde este punto de vista con total seguridad.
Como ves, el deporte siempre ha sido representado por valores de esfuerzo, de honestidad y de superación. Por eso el amaño de los partidos es algo que amenaza esa esencia en sí misma. Sin embargo, hoy existen más mecanismos que nunca para poder combatirlo. La tecnología juega a nuestro favor, la cooperación internacional y también la implicación de la propia industria de las apuestas son figuras claves para mantener la confianza de los aficionados y seguir apostando, de manera real o simbólica, por nuestro equipo con la seguridad de que lo están haciendo lo mejor posible y por vernos sonreír.