Unos amigos se juntan a comer, termina la cena, uno paga y los demás "le hacen un Bizum". Lo que hace apenas cinco años parecía un hechizo tecnológico, hoy es parte natural de la vida cotidiana en España.
La velocidad con la que los consumidores han adoptado pagos móviles, tarjetas contactless y billeteras digitales ha transformado al comercio tradicional y el sector del juego online no se mantuvo al margen.
Hoy los casinos online, en particular aquellos que ofrecen bonos de bienvenida con los que se consigue 25 € para jugar, están recibiendo más jugadores gracias a los cambios de hábito hacia el digital.
Pagos en España, del siglo pasado al siglo XXI
Durante décadas, España fue un país donde era muy fácil encontrar gente cargada de efectivo en los bolsillos. En 2016, de acuerdo a datos del Banco Central Europeo (BCE) el euro en billetes representaba el 79% de las operaciones presenciales.
Pero los tiempos cambian y la digitalización avanzó como una ola gracias al uso del smartphone, que se convirtió en el equivalente a llevar dinero en el bolsillo. Los métodos digitales comenzaron a reemplazar lentamente al billete y la moneda.
La pandemia aceleró todavía más el cambio y, para el 2022, el efectivo ya había descendido al 59% de las operaciones. El año pasado (2024), los pagos con tarjeta superaron en volumen a los realizados con metálico por primera vez en la historia.
Esto quiere decir que hoy, los españoles pagan mayoritariamente con pagos digitales. Como apunte, el sistema Bizum implementado por los principales bancos ha sido uno de los principales gestores del cambio, con una media de 3 millones de operaciones diarias en 2024, con hasta 35 transferencias por segundo, de acuerdo a diferentes estudios.
Para los usuarios, hacer un depósito en un casino con Bizum es tan intuitivo como saldar una cuenta entre amigos, aunque también hay quienes prefieren hacer transferencias o pagar con Apple Pay, Google Pay y apps bancarias.
2024 fue un año récord para los casinos online en España, ¿cómo cierra 2025?
Los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) no dejan hueco para el escepticismo. El 2024 marcó un récord histórico con 1.991.550 usuarios activos, lo cual equivale a un crecimiento anual del 21,63%. La actividad mensual promedio superó los 953.000 jugadores, y la duración media en plataformas fue de casi seis meses.
Este impulso no se detuvo en 2025. Aunque todavía restan algunos meses (primero tiene que terminar el año) y no se han cerrado las cifras oficiales, operadores y analistas del sector coinciden en que la tendencia se mantiene alcista, con trimestres de bonanza también a lo largo del año.
La consolidación de los pagos digitales es uno de los responsables de estas cifras, ya que reduce las barreras de entrada e incrementa la confianza en el sistema. Sin embargo, también hay otros "culpables" detectados.
¿Cuáles son los motores de la bonanza de los casinos?
Además del cambio cultural en los pagos, el sector del juego online se ha revitalizado gracias al regreso de los bonos y promociones, que estuvieron restringidos por la ley pero que han vuelto a la carga el año pasado.
Entre ellos se incluyen los bonos de bienvenida, siendo los más populares aquellos sin depósito, que volvieron a escena con formatos optimizados y requisitos de uso más transparentes.
La prohibición temporal que afectó al marketing de captación quedó suspendida y hoy los operadores pueden ofrecerlos bajo un marco regulado que prioriza el juego seguro y la información clara.
Tras bambalinas, la inversión en marketing también se ha visto reforzada por otras cuestiones, como las mejoras en la experiencia de usuario, con interfaces intuitivas y verificación más veloz.
En 2024, los usuarios realizaron depósitos por 4.568 millones de euros, un aumento del 19,42 % respecto al año anterior. La mayoría se hizo con tarjeta (73%), pero las billeteras electrónicas y Bizum están ampliando su presencia rápidamente.
Lo que viene, ¿serán los pagos cripto?
Las criptomonedas ya no son un concepto futurista dentro del juego online. Si bien su uso no es tan masivo como el de las tarjetas o Bizum, el interés crece año tras año.
En España, los pagos cripto están permitidos en algunos sectores de compras, aunque bajo reglas claras, dado que no son una moneda de curso legal y esto implica que ningún comercio del territorio ibérico está obligado a aceptarlas.
Asimismo, quienes poseen criptomonedas están obligados a cumplir con sus respectivas obligaciones fiscales. Es decir, deben declararse en IRPF o en el Impuesto de Sociedades.
A lo anterior se suma que la norma exige emitir facturas en euros, convirtiendo el valor del criptoactivo en el momento exacto del pago. Por lo tanto, la implementación de las criptomonedas como medio de pago y compra de bienes o servicios en España está lejos.
Sin embargo, la experiencia con los pagos electrónicos viene a demostrar que todo puede cambiar rápidamente.
