Los blancos volvieron a ganar a domicilio en la máxima competición continental dos años después, desde octubre de 2006 en Bucarest, con enorme sufrimiento, especialmente en una segunda parte en la que durante muchos minutos estuvo acorralado en su área, a merced de los rusos y sin encontrar soluciones.
El Zenit se estrelló en esta ocasión con los mejores valores del equipo de Schuster. Van Nistelrooy afinó la punteria en su primera ocasión y 'cazó' el gol decisivo en la segunda, antes del descanso, para decidir tres puntos vitales y sumar su gol número 59 en la 'Champions'.
En el otro área, el Real Madrid contó con un inmeso Casillas, con dos paradas de enorme mérito a Domínguez y Zyryanov, y Pepe, que trató de corregir todos los defectos del resto de sus compañeros en la zaga, especialmente los de Sergio Ramos, muy sólo en su banda y que nunca pudo frenar todo el arsenal ofensivo del Zenit por ese flanco.
Hasta sudar sangre en la segunda mitad, en la que también tuvo de su lado a la diosa fortuna con un disparo de Arshavin al palo, el Real Madrid había manejado el partido con cierta frescura, con De la Red y Van der Vaart haciendo mucho daño con sus pases interiores y ofreciendo de nuevo una pegada descomunal.
Ya de inicio se adelantó a los tres minutos gracias a un gol en propia meta de Hubocan. En esos primeros instantes, como ya sucedió ante el Betis, el equipo blanco pudo haber sentenciado con claras ocasiones de Higuaín y Van Nistelrooy, pero desde entonces se fue deshaciendo.
Al equipo le falta continuidad en la zona ancha y terminó entregando balón al Zenit. Los de San Petersburgo, respetuosos al principio, se desbocaron desde la media hora de juego con un tanto de Danny, quien remató una gran jugada por el flanco izquierdo de los locales.
Resistencia numantina
Antes de resistir numantinamente, Van Nistelrooy 'cazó' su gol, decisivo como casi siempre. Empezó más sólido y dynamico el equipo en el segundo acto, pero esas sensaciones duraron poco. El Zenit, que había perdido el primer partido, se lanzó sin contemplaciones, superó en el físico a los blancos y puso en severos aprietos a toda la zaga.
Las ocasiones locales se sucedieron, por alguna tímida arrancada de los de Schuster, ante un Real Madrid sin soluciones. Arshavin al palo, Domínguez en boca de gol, Danny rematando desde el área pequeña. Era un auténtico asedio, pero Casillas respondía con agilidad y cuando no aparecía su 'ángel' para evitar que la pelota fuera dentro.
El Zenit no pudo romper la muralla y el Real Madrid firmó un triunfo vital para encarrilar su pase a octavos de final porque ahora dispone ya de seis puntos de ventaja sobre los rusos, volviendo a ganar a domicilio y encarrilando seis triunfos consecutivos desde que perdiera en Coruña en la primera jornada de Liga.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: ZENIT DE SAN PETERSBURGO, 1 - REAL MADRID, 2 (1-2, al descanso).
--ALINEACIONES.
ZENIT: Malafeev; Anyukov, Hubocan (Domínguez, min.73), Puygrenier, Sirl; Zyryanov, Denisov, Tymoshchuk, Danny; Arshavin y Pogrebnyak (Fatih Tekke, min.73).
REAL MADRID: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Pepe, Heinze; Van der Vaart (Javi García, min.62), Diarra, De la Red, Robben (Drenthe, min.82); Higuaín (Saviola, min.88) y Van Nistelrooy.
--GOLES.
0 - 1. Min, 4. Hubocan.
1 - 1. Min, 25. Danny.
1 - 2. Min, 31. Van Nistelrooy.
--ÁRBITRO: Massimo Busacca (SUI). Amonestó a Arshavin (min.26), Tymoshchuk (min.33) y Hubocan (min.47) del Zenit y a Van Nistelrooy (min.48) del Real Madrid.
--ESTADIO: Petrovsky de San Petersburgo.
El Villarreal, por la mínima
También ganó el Villarreal, que se llevó el duelo entre 'hermanos' disputado contra el Celtic de Glasgow en El Madrigal por 1-0, gracias a un tanto de falta directa materializado por Senna que sitúa al conjunto amarillo colíder del grupo E con cuatro puntos, los mismos que el Manchester United.
El equipo que entrena Manuel Pellegrini continúa con su buena racha en Europa donde no pierde en casa desde julio de 2006, mientras que el Celtic sigue sin ganar en España después de 11 partidos europeos.
El conjunto amarillo se llevó una trabajada victoria ante un Celtic que fue de más a menos. Los locales, superiores en todo momento a su rival, ganaron por la mínima gracias a la buena labor del guardameta visitante, el mejor de su equipo, que salvó a sus compañeros de una goleada al final.