¿Qué pasa en el CNI?

El diario ABC publicaba este sábado una muy interesante exclusiva acerca de la destitución fulminante del jefe contraterrorista del Centro Nacional de Inteligencia, Agustín Casinello, un apellido de honda raigambre en las tareas de inteligencia. Casinello habría sido cesado, según el diario que dirige Ángel Expósito, por un ‘fallo’ de información en el ataque talibán que en Afganistán costó la vida a dos soldados españoles. El cese propiciado por el director del CNI, Alberto Sáiz, y atribuido a un “déficit continuado de información” en la peligrosa zona donde ya hay ochocientos soldados españoles, no ha hecho más que incrementar las tensiones internas que se viven en el Centro, de acuerdo con algunas versiones que circulan por la sede de la Cuesta de las Perdices. Tanto algunas actitudes de Sáiz como, especialmente, de su jefa de gabinete, se contemplan negativamente entre los trabajadores de la ‘casa’, que ha experimentado una notable transformación en estos años al discreto mando de un hombre que fue colocado por José Bono cuando accedió al Ministerio de Defensa. Pero ahora, con Bono ‘alejado’ en la presidencia del Congreso, y precisamente tras un incidente de Sáiz en el Congreso, de donde se filtró a la prensa todo lo tratado en una comisión de secretos oficiales a la que acudió el jefe de los servicios secretos, no pocos se preguntan si entre los planes de Carme Chacón se encuentra presionar para un relevo al frente de estos servicios, cuya acción internacional cada vez es más importante. Y, ya se ve, ocasionalmente más desconcertante.