En primer lugar y ante la vasta extensión de la feria el visitante, como cualquier viajero que se precie, debe hacerse con una
guía para reconocer el terreno.

En Ifema un continente cabe en un pabellón. Los recintos 1, 3, 5, 7 y 9 están ocupados por entidades y organismos oficiales españoles. El continente africano y Asia-Pacífico conviven en el pabellón 6 y América, disfruta en exclusiva del número 8. Europa, el Norte de África y Oriente Próximo pueden ‘recorrerse’ en el pabellón 10.
Pasear por los pasillos de Fitur puede dar al ‘viajero-visitante’ una ligera idea de lo grande –y rico en matices- que es el mundo. Hace tiempo que la industria turística no se circunscribe a los destinos tradicionales –París, Londres, Nueva York- y no hay nada tan sencillo como desmarcarse y visitar países como Botswana, Etiopía, Armenia o Buthán.

Edurne Martínez, española que lleva 15 años viviendo en la ciudad botswana de Maun recomienda encarecidamente visitar el Delta del Okavango. “Es un lugar maravilloso, donde se puede practicar un turismo muy especial y exclusivo de safari”, destaca. Una paradoja apreciable es que visitar los países más pobres del sur sólo está al alcance de los bolsillos mejor alimentados del norte. Mozambique, Kenia, Tanzania o Nigeria quedan muy lejos del alcance del turista de bajo presupuesto.
El turismo de aventura está en auge en esta edición de Fitur. Y si el sueño de cualquier aventurero que se precie es coronar el Everest, en la feria se ofrece la posibilidad de unirse a un grupo de otras 30 o 40 personas y lograr la gesta. Eso sí, ya no será algo tan único como hace medio siglo. Manoj Aryal, joven nepalí que se encarga de preparar las expediciones asegura que cada año guía a unos 40 grupos a la inmensa Sagarmatha (‘la frente del cielo’ en nepalí) ¿Recomendaciones para alcanzar al gigante? “Es muy importante no fumar ni beber alcohol por la falta de oxígeno-relata Manoj- A veces la gente muere por haberlos consumido”, asegura (por supuesto no en sus grupos).
Grandes 'monstruos' del turismo

Junto a destinos tan exóticos se promocionan países cuyos atractivos quedan eclipsados por conflictos armados o cuestiones políticas. La cultura milenaria de Irán y su naturaleza rica en contrastes son en España prácticamente desconocidos. “La gente imagina que en Irán nos movemos en burros y camellos”, protesta Hamid desde el stand de este país. Aunque los precios han aumentado mucho en estos últimos dos años por las sanciones internacionales se pueden visitar el país persa por unos 1.200 euros –viaje incluido- la semana.
Otra ‘belleza’ oscurecida por la guerra es Bosnia-Herzegovina que se incorpora este año a la feria. Además de Mostar, Sarajevo y las hermosas playas de Neum en su embajada apuntan otro atractivo: la gastronomía. “Todavía no he encontrado ningún español al que no le guste”, bromean en el stand.

Por supuesto, no faltan a la cita en Fitur grandes monstruos del turismo como La India, Egipto, o EEUU, en cuyo stand informan sobre los nuevos requisitos de entrada al país, (un formulario electrónico a rellenar antes de partir). China, tras el boom del año olímpico, centra sus esfuerzos en demostrar que son “mucho más que los Juegos Olímpicos”. En el stand de Tailandia se ofrecen ‘relajantes’ masajes. Y como todos los años, Fitur es una excelente ocasión para paladear manjares diferentes y disfrutar de bailes y trajes regionales de todo el globo. La palma se la llevan los países de América Latina, donde conocer el cebiche, el Pisco Sour o los trajes hechos a mano de Huancavelica (Perú) es todo un lujo.

Aunque la OMT advierte de una rápida desaceleración del crecimiento del turismo en el mundo, que se prevé de un 2 o 3 por ciento para todo 2009, los precios aún no han acusado este descenso. Más de 11.000 empresas ofrecen en Fitur destinos para todos los bolsillos y todas las sensibilidades. Que la feria sea o no el inicio de un largo camino, queda en manos del viajero.
La Feria del Turismo abre sus puertas exclusivamente a los profesionales del sector del 28 al 30 de enero en horario de 10.00 a 19.00 horas. El público general podrá visitar la feria durante el fin de semana en horario de 10.00 a 20.00 horas. El precio es de 8 euros por persona.