La "maldición española" en el Open de España

Ni Miguel Ángel Jiménez, ni Gonzalo Fernández Castaño, ni Álvaro Quirós...Las esperanzas españolas en este Open se desvanecen un año más. Aún hay tiempo y en un día todavía algunas opciones, aunque lejanas.

José Manuel Lara y Alejandro Cañizares eran los mejor colcados al comenzar el fin de semana pero han "pinchado". La tercera ronda de Lara ha estado marcada por idas y venidas. Con un espectacular comienzo de cinco birdies en los siete primeros hoyos, el valenciano se colocó tercero con -11, pegado a los líderes. Sin embargo, el bogey en el 8, el doble bogey en el 10, y los bogeys del 14 y 15 le apartaron de la zona sensible. Luego, un birdie en el 16 le dejó como el ejor español con -7. "He jugado bien, sólido, pero se me han cruzado dos hoyos por el camino y me he alejado de la cabeza. Este es un campo que a la mínima no perdona y he fallado un par de golpes que me han hecho mucho daño", decía

Alejandro Cañizares, protagonista el viernes tras colocarse segundo, comenzó el día menos concentrado con bogeys en el 4, en el 9 y en el 10. Además un doble bogey en el 11 le cerró las puertas, aunque tres birdies en el 13, 15 y 17 le colocaron con -6.

El amateur Juan Francisco Sarasti, con 69 golpes, ha ido tomando confianza y es el segundo mejor español con -6, en un honroso top 20. El joven de 20 años es estudiante de Márketing en San Sebastián y antes de hacerse pro quiere terminar la carrera. Dice que tiene que mejorar el juego corto, que practica con Olazábal.

Miguel Ángel Jiménez ha mejorado el sábado con una tarjeta de 68 golpes. Está  con -5 en el puesto 18, empatado con Pablo Martín, (71 golpes el sábado) y Rafael Cabrera (74).

Por detrás, Jordi García Pinto, tras hacer un 68, está con -4, lo miso que Pedro Linhart. Un golpe más tienen Santi Luna y Raúl Quirós, mientras que Carlos del Moral y Gonzalo Fernández Castaño están con -2 en una discreta actuación. Alfredo García Heredia y Pablo Larrazábal tampoco destacan, y están con -1, mientras que Álvaro Quirós está en el par y Manolo Quirós con +7. Álvaro Quirós, muy conservador y con el brazo encogido, no ha utilizado su arma más letal, el drive. El campo no invita a demasiadas alegrías y eso le ha podido pesar al de Guadiaro.

Los españoles de nuevo sufren en el Open de España y pelean contra la maldición que les persigue desde hace siete años.