Los negocios chinos que proliferan en los últimos meses en diversos puntos del distrito de Centro han causado el malestar de los vecinos de la zona, que acusan a sus propietarios de incurrir en competencia desleal y de vender sus productos a un precio "mucho más barato".
Según el portavoz de la Asociación de Vecinos del Distrito Centro, Francisco García, en los últimos meses han recibido numerosas quejas sobre los negocios regentados por ciudadanos chinos situados en las cercanías de la plaza de
Cascorro,
Tirso de Molina y
Duque de Alba. García aseguró a Europa Press que en esta zona hay tiendas de venta al por mayor "con las que no han tenido nunca ningún problema" y que van a cerrar a causa de la competencia de los nuevos negocios chinos.
Los vecinos de la zona denuncian el riesgo que supone la acumulación de "grandes
fardos de ropa amontonada" en los sótanos de dichos negocios y que podrían derivar en un incendio dada la antigüedad de los edificios de la zona. Otra de las quejas es que, con las restricciones impuestas al tráfico en el entorno de Lavapiés, gran parte de los comerciantes chinos ocupan según su versión durante "largos periodos de tiempo" las
zonas de carga y descarga cercanas a Tirso de Molina o las aceras. Por ello, la Asociación de Vecinos apoya la idea de limitar los estacionamientos de carga y descarga al horario matinal, según aseguró en declaraciones a Europa Press.
Los chinos, también en crisis
Pero la denuncia de los residentes del distrito no queda sin respuesta. Felipe Chen, portavoz de la Asociación de Comerciantes Chinos de Madrid, niega completamente tales acusaciones. Según Chen, la venta de
productos de bajo coste al por mayor se ajusta "a lo que hacen muchas superficies comerciales", así como el horario de estos negocios. "Cualquiera puede comprobar que las tiendas chinas de venta al por mayor están cerradas a las 19 horas", subrayó.
El portavoz también asegura que la inmensa mayoría de los comerciantes cumple el horario de las zonas de carga y descarga y recalca que también ellos, como ocurre en las pequeñas tiendas del barrio, están sufriendo el
cierre de negocios tras las
restricciones al estacionamiento de turismos y vehículos de carga y descarga. "Hay muchos locales que se están vaciando en los últimos meses por las dificultades para que los clientes lleguen hasta la zona de los comercios", aseveró Chen.
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