Homenaje a Lluís Companys

El abyecto “asesinato jurídico” del President Lluís Companys -por no decir asesinato a secas, pues llamar “jurídicos” a aquellos infames consejos de guerra es prostituir la esencia misma del Derecho- siempre se asocia en mi mente con otro asesinato jurídico, el de Don Rafael del Riego. Y, si a Riego lo linchó el más felón de los reyes hispanos gracias a la “ultraderecha” francesa de entonces (los Cien Mil Hijos de San Luis), a Companys se lo regaló Hitler a otro gran asesino, el césar marroquí, para que lo fusilara a su placer.

Hablé a veces con el gran Agustín González del personaje que interpretó en el film “Companys, proceso a Cataluña”, de Josep Maria Forn. El de un General de Caballería miembro del seudotribunal que tenía orden de dictar muerte para el President; General que se mostraba reticente al feroz ajusticiamiento pisoteador de la justicia, a aquella siniestra parodia en que el honrado y leal a la ley era condenado por “rebelión”. Mas -igual que con los nobles Generales de la Guardia Civil Escobar y Aranguren, que cumplieron en Barcelona sus juramentos de lealtad a la República en julio del 36- el fascismo militarista-clerical-terrateniente-financierista llevó impíamente a Lluís Companys a ese paredón heredero de las hogueras de la Inquisición. Pero él murió diciendo: "¡Volveremos a vencer!”. Y nosotros decimos, con Pedro Garfias: “Por lo noble, por la paz, por la justicia, por la libre república del pueblo, ¡Peleamos, Peleamos!”.

    Mas ¿qué democracia es ésta, de monarquía-por-la-gracia-de-Franco, que aún mantiene a más de cien mil españoles torturados, asesinados y enterrados sin nombre por zanjas, pozos y barrancos, que no pide perdón por ello, que no anula los aberrantes seudojuicios del francofascismo mientras el fusilador Fraga es Presidente del PP y senador? ¿Cómo es posible seguir despreciando a Cataluña, manteniendo vigente en 2009 el asesinato seudojudicial de su President de la Generalitat?”.


José Luis Pitarch, Comandante de Caballería y presidente federal de Unidad Cívica por la República