El presidente del PP,
Mariano Rajoy, reconoció que su partido tiene dos problemas, “la corrupción del caso Gürtel” y las discrepancias en el seno de esta formación en Madrid. Durante su intervención en un acto del partido en Cartagena, Rajoy subrayó que se le “ha acabado la paciencia” -“Santo Job sólo hay uno”, proclamó-y comunicó que ha convocado para el martes una reunión del Comité Ejecutivo para tomar medidas.
En referencia a las discrepancias en el PP de Madrid, tras las declaraciones del vicealcalde,
Manuel Cobo, indicó que en el Comité Ejecutivo del martes habrá “respuestas”. “Sé lo que están pensando los militantes y dirigentes”, añadió.
Por su parte, el presidente valenciano,
Francisco Camps, reaccionó acatando la decisión de Génova, “como no puede ser de otra manera”, al tiempo que avaló la “excepcional” gestión de Ricardo Costa como secretario general. Además,
Juan Costa se mostró “sorprendido” por la decisión de suspender de militancia a su hermano y resaltó que cuando se toman decisiones políticas no se puede actuar de manera arbitraria y hay que dar explicaciones.
Autoridad de Rajoy
La prensa interpreta este viernes la decisión de Génova como un golpe de autoridad. Al respecto,
El País dice que “Rajoy se harta del caos en el PP”. Según este diario, la secretaria general,
María Dolores de Cospedal, “dio un golpe en la mesa”, al entender que no podía ser desautorizada, después de que el pasado lunes insistiese en que Costa ya no era secretario general.
Para
El Mundo, “Rajoy echa a Costa en pleno debate sobre su autoridad”. Por su parte,
ABC considera que “Génova pone fin a la crisis en Valencia con la fulminante suspensión de militancia de Costa”. De igual modo,
La Vanguardia dice que “Rajoy fulmina a Costa”.
La Razón apunta que “Rajoy suspende de militancia a Costa tras saber que Camps lo iba a incorporar a su Gobierno. Mientras,
Público titula: “El PP liquida a Costa”.
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