“
No volverá a la política activa en España”, se apresuraron a decir, en 2007, dirigentes del PP nada más hacerse pública la renuncia, en octubre de ese año, de
Rodrigo Rato como director gerente del Fondo Monetario Internacional -algo que sentó muy mal a
Zapatero, por cierto-. Y es que, al que muchos consideraron el ‘sucesor natural de
Aznar’, le temían más que a un nublado. ¿Por qué se iba Rato del FMI? ¿Qué había detrás de sus “razones personales” y “familiares” para dejar aquel ‘chollazo’ y regresar a España? Y, lo más importante, ¿qué haría en España cuando llegara, aspirar al sillón presidencial? Dos años después, la respuesta ya está sobre la mesa: Rato presidirá Caja Madrid sustituyendo a
Miguel Blesa.