El manual del buen político lo dice bien clarito. Si no quieres quemar una decisión anuncialá tan sólo unas horas antes de llevarla a la práctica. Pues bien,
Zapatero parece no haberse aprendido el manual, al menos por lo bocazas que llega a ser en algunos momentos.
En el Congreso de los Diputados y durante la presentación de la estrategia que va a llevar a cabo en materia de economía sostenible, se le ocurrió hablar de los temas que, a juicio del Gobierno, deben incluirse en el proceso de diálogo social qque pretende abrir a primeros de año con los agentes sociales. "
En enero convocaré a empresarios y sindicatos...", y empezó a desgranar una serie de cosas, un mes antes, por lo menos, de que lo hable sentado en una mesa con
Díaz Ferrán, Bárcenas,
Toxo y
Méndez. Y, claro está, encima poniendo condiciones previas, como la del abaratamiento del despido.
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No sé quien habrá enseñado a Zapatero el arte de hacer política. Pero desde luego, en un proceso de aprendizaje de esta faceta estaría en "el pelotón de los torpes", o en "la última fila de la clase". Claro que no es de extrañar.
Felipe González decía que "
cualquiera de nuestros militantes es capaz de ganar al PP en unas elecciones". No se equivocaba. Debieron escoger al mas torpe. No ya en economía, que eso, como le dijo el ahora disidente, J
ordi Sevilla, "
se enseña en unas horas". No. Ahora hablamos de política porque a nadie en su sano juicio se le ocurre lanzar propuestas un mes antes de que sean discutidas con la otra parte.
Zapatero ha quemado, por lo tanto, el proceso de diálogo social y las propuestas gubernamentales en la materia. La polémica ya ha comenzado. El presidente de las cámaras,
Javier Gómez Navarro, el presidente de la CEOE,
Gerardo Díaz Ferrán, el secretario general de UGT,
Cándido Méndez. Todos han perdido las formas. Han empezado la guerra dialéctica antes de tiempo. Gracias a la torpeza de Zapatero han "vendido la piel del oso antes de matarlo". Así nos va. Con semejante tropa
Si (
No(
