La inestabilidad de los mercados financieros ha hecho mella en las preferencias de inversión, un poco perdidas por las malas noticias relacionadas con la gestión de los gobiernos y ahora, el inversor español se debate entre las acciones de Coca-Cola o la compra de deuda española... En este contexto ganan enteros las posiciones en compañías privadas, preferentemente internacionalizadas, frente a la inversión en deuda pública, percibida tradicionalmente como de menor riesgo.
"Estamos en un momento complejo por la situación fiscal de varios países y el riesgo que se percibe por la inundación de déficit y problemas con la deuda de varios países, que tiene su reflejo en la bolsa", explica
José Manuel Pazos, socio director general de IGF Internacional de Gestión Financiera.
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